Iglesia y Sociedad

Darwin y José Emilio Pacheco

22 Jun , 2009  

El 12 de febrero pasado se conmemoraron los doscientos años de su nacimiento. Durante todo este año del bicentenario, en diversas partes del mundo, se estarán ofreciendo homenajes a su memoria y organizando reflexiones en torno a su teoría de la evolución de las especies. Se trata de Charles Darwin, el naturalista inglés cuyos descubrimientos se convirtieron en una especie de carta de fundación de la biología moderna. Su obra fundamental, “El origen de las especies”, que cumple este año 150 años de haber sido publicada, ofreció a la comunidad científica de su tiempo elementos reunidos a través de muchos años de observación y que dieron origen a la teoría que explica la diversidad que encontramos en la naturaleza en base a las modificaciones que se fueron acumulando a lo largo de muchas generaciones por un proceso de evolución por él denominado “selección natural”.

Por una inmerecida distinción he sido invitado por la Red Literaria del Sureste (http://redliterariadelsureste.blogspot.com) para participar en una mesa de reflexión en ocasión del bicentenario del nacimiento de Darwin. La mesa tendrá lugar el próximo miércoles 24 de junio en la Sala de Arte del Teatro Mérida y lleva por nombre “Darwin: espejos de la evolución”. En ella tendré el honor de estar sentado junto con distinguidos especialistas en ciencias compartiendo mis opiniones y aprendiendo de las suyas. Mi participación tendrá como eje compartir las reacciones religiosas más relevantes en torno a la teoría de la evolución. La próxima semana publicaré en este mismo espacio las reflexiones que pronunciaré en aquella mesa, o una síntesis de ellas.

En esta ocasión quisiera unir dos efemérides aparentemente dispares. Al bicentenario de Darwin quiero juntar la celebración por los setenta años de nacimiento de quien yo considero el más grande poeta vivo de nuestro país: José Emilio Pacheco. A quien sienta que esta relación pudiera ser forzada, quiero recordarle que la literatura –arte entre las artes– es un prisma en el que acaban reflejándose los problemas humanos fundamentales. La teoría darwiniana ha tenido efectos visibles en la literatura. Uno de ellos, al que lamentablemente no podré referirme en la mesa de reflexión, es la reconsideración que la exégesis ha debido hacer sobre el valor de la literatura mitológica. La teoría darwiniana ha venido a desafiar las viejas lecturas literalistas de los relatos de la creación y ha sido uno de los acicates que ha desembocado en una lectura simbólica de los textos, más acorde con la intención de los sabios postexílicos que los pusieron por escrito. El aprecio que hoy sentimos por la hondura expresiva de los relatos mitológicos, como los de los once primeros capítulos del Génesis, sería impensable sin esta transformación.

José Emilio Pacheco es digno representante de otro tipo de influencia que la teoría de Darwin ha tenido sobre la literatura. Poeta del derrumbe, de la fugacidad del tiempo, insomne vigía de nuestra propia destrucción, J.E. Pacheco ha suscrito referencias tangenciales a Darwin y sus descubrimientos en varios de sus poemas. Hoy, para celebrar su lucidez desde este humilde rincón de la red cibernética, compartiré tres poemas suyos en los que uno puede descubrir la huella del pensamiento darwiniano. Que los disfruten.

LAS MANOS
Viéndolo bien, son monstruosas las manos
y su extraño pulgar (rencoroso
servidor de los otros cuatro).
Pobre bufón que ignora su pasado:
Gracias a él, o por culpa suya,
hemos hecho la historia.

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
La moda, sí, es imagen de la muerte.
Todo pasa, de acuerdo.
Pero si no pasara yo sería un protozoario
en un mundo de amibas e invertebrados.

LOS MARES DEL SUR (Fragmento)
…Los paraísos duran un instante.
Llegan las aves, bajan en picada
y hacen vuelos rasantes y se elevan
con la presa en el pico: las tortugas
recién nacidas. Ya no son gaviotas:
es la Luftwaffe sobre Varsovia.
Con qué angustia se arrastran hacia la orilla,
víctimas sin más culpa que haber nacido.
Diez entre mil alcanzarán la orilla.
Las demás serán devoradas.
Que otros llamen a esto selección natural,
equilibrio de las especies.
Para mí es el horror del mundo.

Colofón: Tiempos difíciles para la celebración del día del padre. Ser proveedor y castigador ha dejado de ser la característica que en otros tiempos identificaba el ejercicio de la paternidad. La revolución de género ha modificado la relación entre el esposo y la esposa, con inevitables consecuencias en la crianza de los hijos. Los papás de hoy parecen sobrevivir sin brújula… ¿Tendremos la audacia de reformular el rol paterno? ¿Sabemos hoy, bien a bien, lo que significa ser papá?


5 Responses

  1. Ricardo Pech George dice:

    A mucha gente no le gusta Darwin, sobre todo porque ofrece una historia contraria a lo relatado en el Génesis. A pesar del tiempo, siguen siendo útiles sus observaciones sobre las variaciones biológicas (especies), la vida, la lucha por la supervivencia, la selección natural, las variaciones genéticas, etc. Nadie mejor que tú Raúl, para hablar de todas estas cosas como parte de la Iglesia que amamos. Ojala no tardes en escribir tus reflexiones al respecto. Saludos desde el Hospital Universitario de la UANL, en Monterrey.

  2. Regina Carrillo dice:

    Cómo hay gente que no lee a profundidad porque su vista se distrae en una constante búsqueda de paja en el ojo ajeno…..!!!
    Y ya llevo leyendo varios comentarios en los artículos anteriores…

  3. alfonso dice:

    Yo le entendí más bien que ese «tendremos» implicaba que todos en la sociedad hemos de participar en la redefinición de los roles de convivencia. Además, ¿quién le dijo a usted que el padre Raúl no puede definir su rol de cura diocesano (que es la manera correcta de escribirlo)? Así que no se me enoje usted, mi querida Mirza…

  4. Mirza dice:

    ¿Tendremos? y ¿usted porqué? zapatero a tu zapato, si no puede definir su rol de cura dioscesano ¿va hacer la tarea de otros?

  5. Mirza dice:

    ¿tendremos? y ¿usted porqué? zapatero a tu zapato sino puede definir su rol de cura diosceno ¿va hacer la tarea de otros?

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