Eran las cinco de la mañana del viernes 10 de julio. Los golpes en las puertas delantera y trasera de la casa se tornaban cada vez más violentos. Cuando Sara y Joaquín dejaban el lecho para ver qué pasaba, las puertas de su casa fueron derribadas a la fuerza. Entraron varios elementos que el matrimonio identificó como “pertenecientes a la AFI”. Después de ser insultados y amenazados por los policías, Sara fue obligada a cambiarse de ropa frente a la mirada de los agentes, mientras encañonaban a su hijo y esposaban a su esposo Joaquín. Sara y Joaquín fueron subidos por la fuerza a una camioneta en la que, en medio de insultos y sin mayores explicaciones, se les obligó a ir con la cabeza hacia abajo, pegada al suelo. Atrás quedaban los hijos de la pareja, sin saber quiénes a dónde llevaban a sus padres.
A la misma hora, en otros dos domicilios, se realizaban operativos similares. El resultado: cinco personas arbitrariamente detenidas: Sara López González y su esposo Joaquín Aguilar Méndez, Guadalupe Borja y Guadalupe Lizcano, también esposos, y el joven Elmer Castellanos. Todos ellos viven en Candelaria, Campeche, y pertenecen al Movimiento de Resistencia Civil contra las Altas Tarifas de Energía Eléctrica, que agrupa a más de tres mil personas en 30 comunidades de la región y pertenece a un movimiento nacional que se extiende a varios estados de la república. Fueron trasladados a la delegación de la PGR en Campeche y fue hasta las once de la mañana cuando les permitieron hacer una llamada por teléfono en la que informaron a su familia dónde se encontraban. Antes de esa hora, hubo personas que intentaron ubicar a dónde habían llevado a los cinco activistas; acudieron infructuosamente a la delegación de Campeche de la PGR, al Ministerio Público y al penal de Kobén sin que se les diera razón de la desaparición de los detenidos durante cerca de seis horas.
Unos meses antes, en septiembre de 2008, había habido un corte masivo de corriente eléctrica que afectó a sesenta integrantes del movimiento de resistencia. Sara, Joaquín y Guadalupe estaban entre quienes se apersonaron al local de la CFE de Candelaria a solicitar que se detuvieran los cortes y se reinstalara el servicio. El encargado de la CFE accedió a acompañar a los demandantes para revisar que la reconexión fuera hecha por los trabajadores de la empresa. “Me voy con usted, señora”, le dijo a Sara, y subió a una de las camionetas que se dirigieron a presenciar la reinstalación del servicio. Dos meses después, en noviembre de 2008, Sara, Joaquín y Guadalupe fueron citados por el Ministerio Público en sus oficinas de Escárcega. Al presentarse se enteraron de que estaban acusados de la “privación ilegal de la libertad” del funcionario que voluntariamente los acompañó a ser testigo de la reconexión.
Una vez interpuesta la denuncia por parte de la CFE se han sucedido numerosas reuniones entre representantes de la empresa y miembros del movimiento de resistencia que exigen se retire la absurda acusación contra los tres activistas. En una de esas reuniones, la tenida el 7 de enero de 2009, el funcionario demandante, Leovigildo Domínguez López, reconoció que nunca se le privó de la libertad, ya que accedió a ir voluntariamente a presenciar la reconexión, solamente para ser callado tajantemente por el Lic. Trejo, superintendente de la CFE en el estado de Campeche.
La solicitud de retiro de las demandas penales ha sido reiterada en marchas, plantones y diversas actividades de protesta en las que se ha denunciado también la intimidación a la que otros muchos más miembros del movimiento en Candelaria están siendo sometidos por parte de la CFE. El gobierno del estado, a través del Director de Gobernación, Prof. Fernando Murillo Campo, se comprometió a ser mediador entre la CFE y el movimiento de resistencia. Hasta hoy la CFE se ha negado a participar en el diálogo.
La reciente contienda electoral abrió una primera posibilidad. El 3 de julio, el movimiento de resistencia presionó anunciando que impediría la instalación de casillas de no retirarse las acusaciones contra los activistas. El gobernador del estado se comprometió entonces a promover una mesa de trabajo en la que estuvieran presentes el delegado de la PGR en Campeche, representantes de la CFE e integrantes del Movimiento contra las Altas Tarifas, “para privilegiar la vía del diálogo en la atención del caso”, declaró el mandatario. Por su parte, el movimiento de resistencia acordó no realizar ninguna acción que impidiera el normal funcionamiento de la jornada electoral en Candelaria, cosa que cumplió a cabalidad.
La detención arbitraria de los cinco activistas apenas a cinco días después de realizadas las elecciones, ha sido considerada como la respuesta de la PGR al gesto de buena voluntad por parte del movimiento de resistencia y al compromiso adquirido (pero hasta ahora no honrado) por el gobernador del estado. A la detención se suma la expedición de órdenes de aprehensión giradas en contra de personas a quienes los detenidos habían ofrecido como testigos a su favor en el proceso penal. Ante este panorama, dos buenas noticias: la solidaridad nacional e internacional, que no se ha hecho esperar y el buen ánimo de los miembros de la resistencia en Candelaria, que sigue incólume y sin fractura.
La detención de los cinco activistas de Candelaria acepta varias lecturas. Por una parte es un capítulo más de la criminalización sistemática de la protesta, fenómeno que caracteriza la política del Estado mexicano en los últimos años. Pero hay un elemento que puede ayudarnos a ampliar nuestra visión: el movimiento de resistencia contra las altas tarifas eléctricas ha sido una ocasión propicia para que muchos habitantes de la comunidad de Candelaria inicien una experiencia de construcción de autonomía. La reacción desmesurada de los aparatos de control del Estado, particularmente de la PGR, al detener a los cinco activistas con tal lujo de arbitrariedad y violación de sus derechos, muestra el tamaño del miedo que experimenta el Estado ante una autodeterminación que no pasa por los decepcionantes canales de la representatividad política, sino que apela a otro tipo de democracia más directa y más en relación con las auténticas necesidades de las comunidades. Este elemento es el que sitúa el acontecimiento de la aprehensión de los cinco activistas campechanos en el debate sobre si el Estado mexicano se esforzará por encontrar salidas institucionales a su crisis o si deberemos esperar a que los cambios necesarios vengan por medios menos amables.
Colofón: El evangelio de este domingo fue leído en el contexto del anuncio de la SEDESO: 19 millones de mexicanos están en pobreza alimentaria, la más lacerante de las pobrezas. El desafío expreso de Jesús: “¿Qué vamos a hacer para que coman éstos?” resonó así de manera peculiar en los oyentes. Es una lástima que la necesidad de un cambio del sistema económico que genera este estado de cosas no despierte en los creyentes la misma pasión que despierta la discusión sobre temas evangélicos mucho más marginales, como el matrimonio y la homosexualidad.
Este lunes 10 habrá una protesta en Mérida, Yucatán en favor de los presos de Candelaria.
Conozco a Sara y Joaquín, me brindaron su casa y compartieron su pan con mi familia, su hijo le dio al mio el regaló de su amistad, tan sincera, que mi Emilio hasta hoy, no olvida esos días que pasaron juntos allá en Candelaria.
Gracias, Padre Raúl por su palabra siempre valiente en defensa de quienes, pareciera, nadie quiere defender, porque es cierto que la mayoría de la gente se preocupa más por cosas triviales que por sentirse y hacerse hermano y hermana con el otro, principalmente con quien sufre.
Conozco a Sara y Joaquín, me brindaron su casa y compartieron su pan con mi familia, su hijo le dio al mio el regaló de su amistad, tan sincera, que mi Emilio hasta hoy, no olvida esos días que pasaron juntos allá en Candelaria.
Gracias, Padre Raúl por su palabra siempre valiente en defensa de quienes, pareciera, nadie quiere defender, porque es cierto que la mayoría de la gente se preocupa más por cosas triviales que por sentirse y hacerse hermano y hermana con el otro, principalmente con quien sufre.
Raúl, hermano:
Seguramente tu sentido de la sensatez te impedirá responder a ¿“mairta”? y seguramente tampoco querrás que yo cuente lo que aquí diré de ti, pero, compañero, no censures mi insensatez y hazme un lado aquí en tu espacio para contarle a quienes no quieren saberlo, que sí, que estás al lado de quienes tienen hambre y padecen desnutrición, con toda la desesperación y la rabia que eso conlleva.
Conoces sus rostros, sus dolores, sus historias y nos las compartes siempre para favorecer encuentros; sabes de la discriminación que padecen; defiendes sus derechos y, porque no son una estadística sino tus hermanos y hermanas, lloras sus tristezas, compartes sus mesas, acompañas sus enfermedades, les consigues medicinas y les celebras esas eucaristías que restauran la esperanza y multiplican panes y abrazos.
Los acompañas a sembrar la tierra, te desvelas buscando opciones para un comercio justo y animas sus esfuerzos para organizarse, al mismo tiempo que denuncias las trampas del capitalismo.
Estás al lado del pueblo maya que hace teología, compartiendo la Palabra y la historia. Dialogas con don Pepe, de biblista a Teólogo; aprendes de don Antonio y le pides su bendición.
Estás junto a doña Rafi, consolándola por el crimen y la negligencia que le arrebataron a su hija, y luchas por el derecho a la salud.
Escuchas con amoroso y fraterno oído a Juanita y a Jorge y cambias su tristeza en alegría. Caminas con el pueblo que denuncia la autoritaria imposición de un alcalde y defiende su derecho a elegir autoridades.
Estás al lado de quienes están en la cárcel, perseguidos por el Estado, acusados bajo cargos falsos.
Estás junto a quienes, además de hambre, tienen sida y amores contrariados…
Bendices los esfuerzos de Carlos, que cada día hace el milagro de la vida y la salud para quienes la sociedad y sus propias familias desahuciaron; bendices también su rabia y su impaciencia, que va conquistando derechos y respeto.
Sabes arrancarle sonrisas a Pancho y a Marisol. Estás junto a nosotras como hermano y compañero, en la más fraterna igualdad.
Estás en las marchas, en las reuniones, en los pueblos, en los albergues, en las carreteras, en los cursos, en los hospitales, en las oraciones por la paz, en las manifestaciones contra la guerra, en las calles… y en algunos conventos.
Y sí, claro que estás también en las fiestas, con tu guitarra y tu voz de canto nuevo, porque sabes como nadie compartir, celebrar y alegrar la vida de la gente sencilla… y le cantas a Randy esa de las casas de cartón, que sabrá Dios porqué le gusta tanto, que sonidos le recuerda, y nos traes a Silvio y cantas rebeldías y ternuras.
Casaldáliga escribió: “Si no sabéis quién soy, si os desconcierta / la amalgama de amores que cultivo: / una flor para el Che, toda la huerta / para el Dios de Jesús…”. Y yo agradezco la flor de tu palabra, cultivada siempre en la huerta del Dios de Jesús, dicha siempre para defender los derechos de mujeres, de indígenas, de adolescentes agraviados por el Estado que debía protegerlos, de campesinos, de jóvenes criminalizados por su diferencia, de obreras y obreros, de homosexuales…
¡Feliz tú, hermano, porque escuchas crecer la hierba y reconoces el reino que ya se asoma!
El alma que está totalmente penetrada de la levadura del Espíritu Santo ya no puede tener en ella el mal y la malicia tal como está escrito: «El amor no lleva cuentas del mal» (1C 13,5). Sin esta levadura celeste, dicho de otra manera, sin la fuerza del Espíritu Santo, es imposible que el alma sea trabajada por la dulzura del Señor y llegue a la vida verdadera.
USTED MISMO HABLA NUNCA DEL HAMBRE Y VAYA QUE SÍ ESCRIBE DE HOMOSEXUALISMO!!!
AHORA CRITICA. USTED ¿ESTÁ AL LADO DE LOS QUE NO COMEN CADA DIA Y CADA NOCHE, COMO JESÚS?