Iglesia y Sociedad

Nostalgia del aire

21 Dic , 2020  

Tres poemas desde el avión

Poema 1: Leyendo Letras Libres

Me gustan los artículos ventanas,

los que en las pétreas y macizas catedrales

abren alguna grieta

casi invisible, escondida y transgresora,

dejando entrar el rayo de la luna

que modificará la escena y su conjunto.

Amo la gris palabra, que como flecha ardiente

se clava en la mirada y abre surcos

cuyo fin ignoramos,

la que se vuelve guía y testimonio

en los nuevos e ignotos territorios.

Poema 2: Camino a TGZ

Me asomo a la ventanilla del avión.

Por detrás del estruendo de las nubles,

blancas como hervidero lácteo,

se perfila una línea al horizonte:

Es el dibujo perfecto,

trazado por un pincel maestro,

de una cordillera.

Nunca he entendido a quienes necesitan

vías para intuir la existencia de Dios.

A mí me basta

este retrato imborrable del camino aéreo

entre la ciudad monstruosa de José Emilio

y la capital del estado de mayor diversidad étnica.

Poema 3: viaje célibe

Otra vez sobre las nubes,

camino de irredenta itinerancia.

¿Cuándo pondré final a esta vagancia?

¿Cuándo descansaré de subterfugios?

Si la voraz mirada abarca todo

desde esta altura de impresionante vértigo

¿Qué será limitarse a un techo plano

y a dos o tres ventanas sin postigos?

Aunque es cansada la luz que se derrama

sobre la mesa de servicio, impune,

(Y ni leer se puede, pues deslumbra)

viajar es un remedio de la ansiedad oculta,

un lanzarse a dormir sobre las nubes.

Prefiero esta ventana diminuta

que me abre a otros mundos,

que la cama infectada de deseos

que mi edad y mi cuerpo vuelven nulos.

Viajaré, pues, lo más que pueda

dejando la lujuria en la almohada.


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