Este 12 de diciembre de 2009 no será solamente un aniversario más de las apariciones de la Virgen de Guadalupe. Será, además, el día de una importantísima cita para todas las personas que están preocupadas por el cambio climático y por las medidas que los países, sobre todo los más industrializados, tendrían que tomar para enfrentar una de las crisis más relevantes de todos los tiempos: la crisis del calentamiento global.
Del 7 al 18 de diciembre, en la ciudad de Copenhague, capital de Dinamarca, tendrá lugar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima. Muchos científicos y ambientalistas consideran que ésta es la última oportunidad del planeta para asegurar algunas medidas eficaces que reviertan el desastre climático, sobre todo lograr una regulación que reduzca las emisiones de los gases que provocan el calentamiento global y que sustituya al Protocolo de Kyoto que expira en 2012.
Recuerdo que hace unos años, cuando comenzamos el trabajo ecológico con los campesinos y campesinas mayas en la Escuela de Agricultura Ecológica “U Yits Ka’an”, de Maní, veíamos con frecuencia un documental que advertía, ya desde finales de los años ochentas, que solamente nos quedaban 50 años para revertir las consecuencias del deterioro del medio ambiente. Hoy las cosas son distintas. Cada vez hay un consenso más amplio entre los científicos de que nos quedan solamente diez años para detener y revertir el aumento global de gases de efecto invernadero antes de que el cambio climático se vuelva incontrolable.
Tengo la impresión de que muchas personas aún no toman estos datos lo suficientemente en serio. Vemos cotidianamente las noticias acerca de los desastres naturales: inundaciones, ciclones, tsunamis, sequías, icebergs flotando sobre las aguas… y los tratamos como si fueran fenómenos aislados y no como lo que son: manifestaciones todas de la acción depredadora del ser humano y del tipo de sociedad de consumo que ha creado. Vivimos creyendo que los recursos naturales no se agotarán nunca, mientras conducimos este planeta y a las especies que en él habitan, incluyendo la humana, a lo que puede ser un trágico final. Como decían los abuelos: vemos pasar la procesión y no nos hincamos…
La reunión de Copenhague puede ser la última oportunidad para lograr que los países se comprometan a tomar acciones urgentes y efectivas para resolver la desestabilización del clima global, a través de un acuerdo ambicioso que reduzca las emisiones de los gases de efecto invernadero y nos obligue a todos a cambiar nuestros hábitos de consumo de energía.
Estas conversaciones deberán tomar resoluciones que sean efectivas y equitativas. Los países más industrializados, emisores de la mayor parte de los gases de efecto invernadero, deberán ser muy responsables a la hora de adoptar medidas de adaptación. Deberán tomar en cuenta a los países que emiten menos y que poseen recursos económicos limitados, porque éstos serán los primeros en sentir los efectos del cambio climático y los notarán con más virulencia. En la ronda de conversaciones de Copenhague, aquellos con más posibilidades económicas para actuar, deberán hacerlo de una manera urgente y decisiva. El acuerdo que se logre entrará en vigor el 1 de enero de 2013, apenas el tiempo suficiente para que dichas medidas, que deberán ser radicales y de efectividad garantizada, puedan detener el acelerado deterioro del ecosistema.
Por eso en esas fechas, particularmente el 12 de diciembre, personas y organizaciones preocupadas por el medio ambiente, estarán realizando manifestaciones y actividades en 104 países del mundo. La organización de activismo cibernético Avaaz, una de las más prestigiadas y efectivas organizaciones en este campo, está convocando a todos a realizar una vigilia de reflexión en el marco de las conversaciones de Copenhague. Se trata de que cada quien, desde el lugar en el que vive y con los medios a su alcance, se una a la “Campaña Global por el Clima”, cuyo objetivo es difundir y promover este tipo de manifestaciones.
La propuesta de Avaaz es muy simple: Se trata de promover, en cada rincón del planeta, una vigilia con velas. Ante el gran peligro de que entre la politiquería y la burocracia el mundo se olvide de lo que está en juego, que es la sobrevivencia misma de la raza humana, Avaaz propone que la gente se reúna a reflexionar a la luz de unas velas. Habrá un mensaje que circulará para ser leído y la tarea de Avaaz será registrar cada una de esas acciones y el lugar donde se realicen, para hacer llegar a los representantes de los países que participan en la cumbre la noticia de todos los lugares del mundo donde hay gente preocupada por el medio ambiente y por las decisiones que ellos estarán tomando en la capital danesa. El objetivo es hacer sentir a los líderes de cada país que están siendo seguidos y vigilados por la ciudadanía de sus propios países. Las fotos de cada vigilia en todo el mundo se imprimirán y serán entregadas a los negociadores y los dirigentes mundiales en Copenhague. Son pruebas de que personas de todo el mundo tienen el ambicioso objetivo mismo de nuestro planeta: un acuerdo climático real. Todas las fotos serán también publicadas en internet para millones de miembros de Avaaz y distribuidas a los medios.
Las personas que estén interesadas en realizar una vigilia de velas para unirse a esta que, no es solamente una acción de protesta común, sino que pretende ser una acción mundial coordinada a escala masiva, puede obtener información en el portal electrónico de Avaaz: www.avaaz.org/es/real_deal_hosts y ahí mismo inscribir su acción, con fecha y hora, para que sea registrada.
Mi granito de arena fue oración…Oí lo de la iniciativa de 350 repiques de campana del dia 13 de diciembre. Mis amigas del VE y yo rezamos acumuladamente para ese dia 350 Aves Marias ( un rosario diario por 9 dias) pidiendo al Señor que abra esos mentes y corazones de los que estan allá.. y los que estamos acá. Los 350 son por las PPm de CO2 que no debemos pasar.
Se necesita mas que oración..lo sabemos y en eso estamos, disminuyendo Co2, consumo de energia en casa, gas, etc.. Esto es lo mas urgente que tenemos que hacer. Que Dios nos ilumine.
Gracias por estar aquí.
Hola Padre, lo saludo con gusto. Esperando goce de buena salud y siga activo en bien de la humanidad.
Creo que ya es tiempo y urge tomar esas medidas para ayudar a tomar conciencia. Que bueno que existen organizaciones preocupadas, pero todos tenemos un papel importante en esta tarea compleja.
Paz y bien.