Iglesia y Sociedad

Hostigamiento al obispo Raúl Vera

18 Jul , 2011  

Parecería una especie en extinción. Heredero de la estirpe de grandes obispos: Monseñor Romero en El Salvador, Enrique Angelelli en Argentina, Leonidas Proaño en Ecuador y, para circunscribirnos a México, Sergio Méndez Arceo, Bartolomé Carrasco, Arturo Lona, Samuel Ruiz… don Raúl Vera, obispo de Saltillo, es considerado una de las pocas voces críticas dentro de la jerarquía católica nacional.

Obispo de Ciudad Altamirano, auxiliar y coadjutor (aunque de esto último no quieran acordarse otros obispos, tan celosos ellos del respeto al derecho canónico) de san Cristóbal de Las Casas y ahora obispo titular de la diócesis de Saltillo, en el norteño estado de Coahuila, don Raúl ha ido creciendo en su comprensión de la realidad y de la acción transformadora que el evangelio tiene que ejercitar sobre ella. Su paso por la diócesis indígena de san Cristóbal operó en él un cambio que lo hizo profundizar en su fe y en las opciones pastorales que desde entonces ha ido asumiendo cada vez con mayor vigor.

Pero los demonios andan sueltos. Los fundamentalismos se pasean orondos por las plazas. Como bien lo anunció el Maestro: “Viene la hora en que cualquiera que los mate creerá estar sirviendo a Dios” (Jn 16,2). La Red se haya llena de estos nuevos inquisidores. Bajo la máscara de la defensa de la fe ortodoxa, circulan infamias que nada tienen de evangélicas Porque, hablando claro, los cristianos no creemos en Dios, al menos no en cualquier Dios. Creemos en el Dios de Jesucristo, un Dios cuyo rostro aprendimos a conocer en la persona del maestro itinerante de Nazaret, que se acercó a todos los excluidos de su tiempo y luchó a brazo partido porque la dignidad humana se convirtiera en el piso común sobre el que pudiera construirse una convivencia de hermanos y de hermanas.

El seguimiento de Jesús es gozoso. Quizá sea eso lo que haga que don Raúl no pierda nunca el sentido del humor. Pero el hostigamiento de esta semana parece ir en serio. Personas anónimas penetraron en la madrugada en el atrio de la Catedral de Santiago, en la ciudad de Saltillo. La catedral es la sede, la cátedra del obispo diocesano. De manera harto simbólica, colocaron al amparo de las sombras tres mantas en las rejas de la catedral. En ellas se leía: “Queremos un obispo católico” y, según algunas versiones, “Queremos un obispo que hable sólo de religión”.

Varios acontecimientos preceden este acto de hostigamiento. Don Raúl ha acompañado, con férreo y evangélico empecinamiento, la causa de los mineros de Pasta de Conchos, más de seis decenas de trabajadores que fueron sepultados bajo tierra debido a la negligencia de la empresa y a las complicidades de la Secretaría del Trabajo. Grandes son los callos que se ha atrevido a pisar el obispo de Saltillo. Es también conocido el acompañamiento que don Raúl ha tenido hacia las personas que han sufrido alguna desaparición forzada en el seno de sus familias y que reclaman al Estado su localización. De manera incansable, don Raúl ha puesto de manifiesto la deficiente procuración e impartición de justicia en el estado de Coahuila y en todo el país. Ha fijado, junto con todo su presbiterio y sus agentes laicos/as, el respeto a la dignidad humana como la primera etapa de su Plan Diocesano de Pastoral.

Su tarea de promoción y defensa de los derechos humanos se ha ampliado a todos los grupos vulnerables de su diócesis, particularmente las y los migrantes, en cuya defensa trabaja el Centro Diocesano de Derechos Humanos “Fray Juan de Larios” y la Casa del Migrante. Especial escándalo ha causado en las buenas conciencias la opción de don Raúl de sostener una pastoral explícita para la atención de las personas homosexuales. Todo ello material inflamable para los sostenedores de los fundamentalismos de todo tipo.

Don Raúl Vera es, además de un cristiano a carta cabal, un hombre entrañable. Su casa ha sido casa de refugio para muchas personas en momento de necesidad: presbíteros en dificultades, agentes de pastoral hostigados por el gobierno, víctimas de violaciones a sus derechos, todos han encontrado en la persona de don Raúl socorro y aliento.

Cuando pienso en las personas que, escudadas en la oscuridad, pusieron las mantas en la catedral de Saltillo, caigo en la cuenta de cuán vilipendiado resulta el término católico. Y es que, como van las cosas, es un espectáculo cada vez menos usual que haya obispos que crean en el Dios de Jesucristo y que, coherentemente, hagan lo mismo que hizo Jesús: anunciar la infinita ternura y compasión de Dios hacia la humanidad y confrontar con palabras y gestos valientes la miserable vida que padece la mayoría de los habitantes de este suelo.

Don Raúl no es ingenuo. Sabe que el desempeño de su misión le traería consecuencias. Lo supo desde aquel atentado que sufriera junto con don Samuel. En el anuncio del evangelio uno se juega la vida. Y en esta hora de las tinieblas, la frase puede cumplirse al pie de la letra. Nada de eso arredrará al obispo saltillense, desde luego, pero a nosotros nos da la oportunidad de decir a los embozados y anónimos hostigadores que don Raúl Vera, solista incómodo, es el más católico de los obispos mexicanos y que muchos y muchas encontramos en él una razón para seguir creyendo en la iglesia.

Colofón: Habrá que seguir, con vigilante cercanía, la próxima caravana “Paso a paso hacia la paz”, que organizan varios grupos de apoyo a los migrantes, a lo largo de su peregrinación desde Tenosique, Tabasco hasta Tierra Blanca, Veracruz, saliendo el 25 de julio. Otro campo de acción pastoral que ha sido pasto de hostigamientos por parte de la delincuencia organizada y de la ostensible complicidad del Instituto Nacional de Migración.


5 Responses

  1. ROSA ANGELICA ARANDA dice:

    QUERIDISIMO RAUL: ENTIENDO QUE ALGO PASO CON TU SALUD.ROGAMOS POR TU PROXIMO RESTABLECIMIENTO. SABES TODO LO QUE TE AMAMOS Y ADMIRAMOS
    ANGELICA Y LAURA

  2. Marcelo Euan dice:

    Es dificil que algún hombre apegado a la biblia, sea considerdo un buen catolico romano, La Iglesia Catolica Romana, al igual que cualquier otra iglesia que se diga Cristiana, es Corrupta, corrompida por el pecado, por lo que el fundamento para la medición de la conducta debe ser la Biblia, de lo contrario que otro argumento se puede sostener, como catolico, ni un solo hombre es justo pos si mismo, y no puede juzgar a otros, asi que si una parte de la Iglesia Catolica Romana, se opone al sacerdote Juan Vera, es de esperarse. lo sorprendente seria que todos estuvieran en contra. O la iglesia a caido en manos de Satanas o el sacerdote Vera.
    Ultimamente me he preguntado ¿será que el sacerdote Lugo cree en la biblia como un libro infalible? ¿o como en uno falible? si es infalibe ese es nuestro fundamento, ¿si no? ¿cual es nuestro fundamento? ¿LA RAZON HUMANA? EL NECIO ES SABIO EN SU PROPIA OPINION dijo Salomón ¿o fue Dios a travez de salomon?
    No conozco la Obra de Don Raul Vera, pero si esta es apegada a la biblia infalible, doy a gracias a Dios por su vida y que Dios prospere el ministerio que le entrego y le de Salud.

  3. Anónimo dice:

    «El destino de los que aman como Jesús es la cruz como Jesús; pero también la mañana gloriosa de Pascua» Dios bendiga a Don Raúl y es cierto, por gente como él todavía creemos en la Iglesia.

  4. Miguel Arias dice:

    Don Raúl Humberto Lugo Rodríguez tiene razón. Don Raúl Vera fue nombrado obispo coadjutor con derecho a sucesión y con facultades plenas. Esto significa, según el canon, que puede incluso actuar por encima del ordinario cuando haya discrepancias. Aún recuerdo cómo Dón Samuel siempre se refirió a él como Don Raúl y siempre fue muy atento hacia su persona y hacia las facultades que consigo traía. Interesante la acción de Dios en todos.

    Quiero mucho a Raúl y también a él lo imagino profeta, lo imagino y lo veo, algo así como un Reino de Dios que ha comenzado desde aquí. ¡Sí mis chavos, ya sé que exagero! Pero no tanto.

    Por un solo sacerdote como Raúl, yo creo y creeré eternamente en la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Uno solo, imagínense con muchos como él.

    ¡Va pues!

  5. Ma. Eugenia Noguez dice:

    Me da mucha pena que sea de la fila de los católicos ( nuevos fariseos??) de donde salgan ese hostigamiento. Usted tiene razón, por obispos como Dn Raul y sacerdotes como usted estamos en la iglesia. Saben que cuentan con un buen grupo de nosotros en hechos y oraciones.

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