Al fin lo tengo en mis manos. La edición está muy bien cuidada. Se trata del primer volumen de la nueva colección Mayab: urdimbre de identidades y lleva por título “Yucatán: antiguas y nuevas Relaciones”. Lo esperaba con ansias y me siento muy feliz de tenerlo. Las razones son varias, pero destaca entre ellas el hecho de que es el fruto de cerca de dos años de trabajo de dos entrañables amigos míos, Julián Dzul Nah y Abrahán Collí Tun, ambos Licenciados en Gestión Intercultural por el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fui testigo en muchas ocasiones del empeño profesional con que llevaron adelante este trabajo que hoy ve la luz en una espléndida edición.
Más allá, sin embargo, de que los autores sean mis amigos, la novedad editorial –cuya ficha bibliográfica pongo completa al final– es verdaderamente una buena noticia para los estudios sobre la cultura maya actual y una muy atractiva propuesta metodológica para recoger los datos de la reproducción cultural del pueblo maya, en este caso, a partir de más de 400 niños y niñas de sexto año de primaria que fueron entrevistados en una decena de poblados.
El libro es genial por los cuatro costados. El Dr. Mario Humberto Ruz, autor del utilísimo prólogo, describe el origen del libro de esta manera: “El origen de los escritos es sencillo: tras reparar en que los pequeños a quienes se encuestó acerca de la imagen que ofrecía el libro de texto gratuito Yucatán: la entidad donde vivo, insistieron en que lo allí descrito aludía primordialmente a Mérida y algunas localidades mayores del estado, y rara vez se hablaba de sus pueblos, Abrahán Collí Tun y Julián Dzul Nah tuvieron la espléndida idea de trabajar con los niños para que describiesen sus poblados”.
Ya haber optado por los niños y niñas, crisol como pocos de la continua reconstrucción de las identidades, había sido, en efecto, una espléndida idea, como la califica el prologuista. Pero la genialidad mayor, a mi juicio, fue haber decidido, para recoger los datos y descripciones de los niños y niñas de hoy, utilizar el formulario elaborado en 1577, bajo el reinado de Felipe II, para que la Corona española tuviera acceso a la información que necesitaba sobre sus ‘posesiones’ en la otra parte del Atlántico. Ese antiguo cuestionario de 50 preguntas venía encabezado por la siguiente leyenda: “Instrucción y memoria de las Relaciones que se han de hacer para la descripción de Las Indias, que su Majestad manda hacer para el buen gobierno y ennoblecimiento de ellas” y fue enviado a virreyes, gobernantes y alcaldes de las entonces llamadas ‘Indias Occidentales’. A Yucatán el cuestionario llegó cuando la provincia estaba bajo el mando del gobernador y capitán general Guillén de las Casas. Muchos encomenderos, a través de hombres mayas que sabían leer y escribir en castellano, se dieron a la tarea de responder el cuestionario, lo que dio como resultado las Relaciones que fueron enviadas después a la capital del reino.
En la introducción del libro, Julián y Abrahán nos informan que existen hoy en Sevilla, en el Archivo General de Indias, 51 Relaciones con la descripción de más de 90 localidades, algunas de ellas muy detalladas y otras muy escuetas, reunidas en la colección conocida como Relaciones Histórico-Geográficas de la Gobernación de Yucatán. Ahora, para este trabajo, ellos escogieron diez poblaciones: Chocholá, Dzidzantún, Hocabá, Mama, Mérida, Pixoy, Sitilpech, Sotuta, Sudzal y Uayma. Y comenzó la aventura. Los niños y niñas de estos diez poblados (una escuela de cada población) hicieron lo mismo que hacen los historiadores y antropólogos: leyeron la información que se recogió sobre sus pueblos entre los años de 1579 a 1581, y la analizaron, la comentaron, la interpretaron desde su actual perspectiva de niños y niñas mayas del siglo XXI, entablando así una especie de conversación con 400 años de historia continuada del pueblo maya, a partir de las antiguas Relaciones enviadas a Felipe II, y dejando un testimonio valiosísimo de la identidad maya, entendida ésta como una construcción inacabada.
La lectura de la respuesta al cuestionario por parte de los infantes de los poblados seleccionados, es deliciosa. Entretejidas sus respuestas con aquéllas del siglo XVI, los temas que se abordan son variados: el topónimo de la población, los recursos vegetales y animales, la naturaleza de las construcciones, las lenguas habladas, las fiestas religiosas, las historias que circulan en el pueblo, etc. Es conservada en el libro la ortografía (que no es tan ‘orto’, desde luego) original de los niños y niñas participantes y, hacia el final, el libro cuenta con un glosario y un anexo de regionalismos. La cuidada traducción al maya de Fidencio Briceño Chel, hace de este libro bilingüe un tesoro singular y una estupenda herramienta para el conocimiento del pueblo maya y su cultura.
En su introducción, Abrahán y Julián ofrecen diversas sugerencias para el uso didáctico del libro en las aulas escolares. Cualquier lector, sin embargo, sale enriquecido con esta lectura. El libro es también una excelente oportunidad, ahora que cada vez se posiciona más en la discusión pública el tema del derecho a la autodeterminación del pueblo maya y al ejercicio de su autonomía frente al Estado nacional, para contemplar de cerca la vitalidad de la cultura maya de nuestros días. Como bien señalan los coordinadores de este trabajo en su comentario conclusivo: “Los niños que plasman aquí sus voces se esmeraron en redactar lo que conocen y conciben de sus ambientes naturales y culturales, para difundir lo que hoy es tenido por inestimable en sus comunidades. Sus palabras son, por tanto, valiosas incluso a nivel etnográfico. No son ya los encomenderos quienes responden a la Corona, evidenciando las riquezas y potencialidades de los dominios del rey; son los pequeños pobladores quienes descubren y describen la riqueza de prácticas y conocimientos que consideran valiosos y dignos de ser recordados y compartidos con infantes y adultos de otros lugares”.
Difícilmente encontraremos otra compilación de datos que, como ésta, haga realidad las palabras con las que se presenta esta colección: “Yucatán es, hoy como ayer, espacio privilegiado de convivencia intercultural, entreverado de concepciones, saberes, técnicas y prácticas que día con día se renuevan para mantener viva y renovada una ampplia gama de identidades tan multifacéticas como peculiares y sugerentes que, al conjuntarse, siguen haciendo del antiguo Mayab un universo cultural en continua recreación, nunca idéntico, pero invariablemente original y sorprendente”.
Nota bibliográfica:
Título: Yucatán: antiguas y nuevas Relaciones
Coordinadores: Abrahán Collí Tun y Julián Dzul Nah
Traducción al maya: Fidencio Briceño Chel
Colección Mayab, urdimbre de identidades
Edición de la Universidad Nacional Autónoma de México (Instituto de Investigaciones Filológicas) y del Gobierno del Estado de Yucatán (Secretaría de Investigación, Innovación y Educación Superior). 301 páginas
El libro tendrá una próxima presentación en el local de la Biblioteca Yucatanense (calle 60 entre 67 y 65) el 21 de julio de 2017.