Iglesia y Sociedad

¿Qué significa ‘cargar con la cruz’?

19 Abr , 2011  

En esta semana santa estoy avanzando en la lectura y estudio de un libro que me está pareciendo muy interesante. Se trata del libro titulado “Reconsiderar la Cruz” y que lleva como subtítulo ‘Interpretación latinoamericana y feminista del Nuevo Testamento’. Su autora es Bárbara Reid, profesora de Nuevo Testamento de la Unión Católica de Teología de Chicago (CTU por sus siglas en inglés), a quien tuve el gusto de conocer en un reciente Encuentro de Pastoral Urbana llevado al cabo en la ciudad de Chicago al que fui invitado y en el que participaron decenas de agentes de pastoral hispana de aquella ciudad del Medio Oeste.

Bárbara E. Reid no es, en absoluto, una diletante en la teología y la exégesis bíblica. Ella es hermana dominica de la congregación de Grand Rapids, Michigan y, después de concluir sus estudios de doctorado en la Universidad Católica de Washington D.C., ha sido, desde 1988, profesora de exégesis del Nuevo Testamento. Su trabajo ha sido reconocido de muchas maneras en los círculos académicos de los Estados Unidos y recientemente, en julio de 2009, fue nombrada vicepresidenta y decana académica de la CTU.

El libro al que hago referencia es el resultado de una investigación de varios años, que se vio enriquecida por un año sabático (2002-2003) en el que la autora pudo viajar y compartir la reflexión de muchas comunidades cristianas de América Latina (comunidades tzotziles en Chiapas, México; comunidades aymaras en La Paz, Bolivia; comunidades urbanas en Lima, Perú), a las que se añadió un estrecho contacto con las comunidades hispanas inmigrantes en el medio oeste norteamericano. El resultado es un texto, sí, académico y sólido, pero también rico en experiencias que subyacen a las reflexiones de la autora.

El objetivo perseguido por el libro es de una actualidad acuciante. La autora misma nos comparte en la introducción a su texto de más de 300 páginas, la experiencia que la motivó a emprender este estudio. Cuenta que, estando en un curso sobre el evangelio de san Marcos, al llegar al logion jesuánico de Mc 8,34: ‘Si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame’, una alumna levantó la mano y argumentó con vehemencia acerca de lo terrible que puede este texto y sus interpretaciones más frecuentes. La joven trabajaba de voluntaria en un hogar para mujeres maltratadas y relató cómo, cada vez que una mujer lograba romper el silencio sobre el maltrato que sufrían de parte de su propio marido, solía buscar la ayuda del sacerdote o pastor de su iglesia. La mayor parte de ellos les aconsejaba que regresaran a sus casas y que aguantaran el sufrimiento, porque ésa era una manera de ‘cargar con su cruz’.

Desde ese momento, la autora decidió investigar cómo los cristianos y cristianas entienden y hablan de la cruz y el efecto que esta aproximación teológica tenía en sus vidas cotidianas. El resultado es este libro (Editorial Verbo Divino, Estella, España 2009) que aborda la gran variedad de metáforas que los autores del Nuevo Testamento utilizan para expresar el significado de la crucifixión de Jesús y lo que implicaba para las comunidades cristianas primitivas el hecho de ‘cargar con la cruz’. Como no existe una sola explicación de la crucifixión, sino variadas metáforas comprehensivas, la autora las agrupa en las cinco principales vertientes que estudia a profundidad y que enriquece, no solamente con las experiencias recogidas en sus viajes, sino también con el estudio de diversas mujeres del Nuevo Testamento que encarnan cada una de estas posibilidades interpretativas.

Lo que queda al final es un rico mosaico de interpretaciones. Con ojos latinos y feministas, Bárbara Reid recorre cinco grupos de interpretaciones metafóricas ahondando en sus raíces bíblicas, en la manera como dichas metáforas funcionaron en la época de la redacción de los escritos del Nuevo Testamento, y señalando las posibilidades escondidas en cada metáfora tanto para producir vida, como para producir muerte. Parte la autora del convencimiento de que ninguna metáfora es totalizante, porque ninguna capta plenamente la esencia de la cruz y la resurrección y llega a la conclusión de que algunas de las imágenes neotestamentarias necesitan ser recuperadas y reformuladas de una manera nueva, porque han modelado un tipo de acciones y actitudes que han causado mucho daño.

En el primer capítulo, la autora estudia todas aquellas imágenes que tienen relación con la expresión que explica la cruz como ‘una vida para los demás’. Son repasadas las metáforas del sacrificio, el rescate, el chivo expiatorio, la justificación, el mártir y el amigo. En el segundo capítulo se centra en las imágenes que presentan a Jesús como ‘hijo obediente’ que se dirige a la muerte para cumplir con la voluntad de Dios. El tercer capítulo asume el estudio de las imágenes que presentan a Jesús como el profeta martirizado por enfrentarse a los poderosos de su época. En el cuarto capítulo mira de cerca todas aquellas imágenes que expresan la comprensión de Jesús como sanador, reconciliador y víctima que perdona. Finalmente, en el quinto capítulo, la autora se concentra en aquellas imágenes que tratan la muerte de Jesús como el momento en que da a luz una vida nueva. Todo ello unido a la reflexión teológica que sobre la cruz hacen las mujeres cristianas de diversas procedencias sociales y culturales.

El libro se convierte, a las pocas páginas de su lectura, en un apasionante recorrido por las capas interpretativas diversas que intentan iluminar la comprensión del misterio de la cruz. La utilización de los métodos histórico críticos, el enriquecimiento que la perspectiva de las ciencias sociales dan a la lectura bíblica, las novedades que los enfoques literarios y retóricos dan a la exégesis científica que, con gran pericia, maneja la autora, convierte la lectura de ‘Reconsiderar la cruz’ en un interesantísimo ejercicio que puede enriquecer y ampliar los horizontes de la comprensión de los textos, pero también, al mismo tiempo, puede ser fuente de solidaridad hacia las personas, particularmente las mujeres, que han sufrido en carne propia las consecuencias de la aplicación a rajatabla, en nuestra predicación y nuestros consejos pastorales, de algunas de las metáforas neotestamentarias estudiadas en el libro y que han producido tanto dolor y sufrimiento injusto y siguen sosteniendo el sistema patriarcal que avala la opresión de las mujeres.


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