Los días 5 y 6 de febrero tuvo lugar, en la ciudad de Mérida, Yucatán, la I Jornada de Promoción y Protección de Derechos Humanos de los Migrantes. Organizada por un entusiasta grupo de jóvenes estudiantes de distintas universidades, la Jornada contó con la presencia de Norma Romero Vázquez y Sonia Romero González, ambas del grupo “Las Patronas”, Fray Tomás González Castillo, director del albergue “La 72 Casa – Refugio para personas migrantes” de Tenosique, Tabasco, y el padre Alejandro Solalinde, director del albergue “Hermanos en el camino”, de Ixtepec, Oaxaca.
Con una apretada agenda de trabajo, las y los activistas de los derechos humanos de los migrantes compartieron experiencias con un amplio auditorio, en su mayoría jóvenes. El miércoles 5 por la noche, en una mesa panel abierta a todo público, los visitantes pudieron contestar preguntas del auditorio y dirigir sus mensajes acerca de la situación de los derechos humanos, particularmente de las personas migrantes que atraviesan México en busca de llegar a la frontera con los Estados Unidos. Presento ahora un pequeño vocabulario de cuatro conceptos que fueron vertidos en la conversación y que pueden ayudarnos a entender la situación de la migración centroamericana que cruza por nuestro territorio.
Holocausto del pueblo migrante: Metáfora usada para comparar la Shoah judía con el infierno por el que atraviesan los migrantes a su paso por México. La palabra holocausto tiene origen judío: se llama así al sacrificio descrito por el libro del Levítico (1,1-17) y que consistía en despedazar un ganado mayor o menor y luego prender fuego a los trozos sobre el altar del Templo de Jerusalén hasta su completa consumación para apaciguar a Dios con el olor de la carne quemada. Esta metáfora tuvo una primera aplicación después de la Segunda Guerra Mundial para referirse al drama de más de seis millones de judíos exterminados en los campos de concentración y las cámaras de gas y de cientos de miles de polacos, homosexuales y Testigos de Jehová exterminados con la misma saña en tiempos del nazismo. Es a esta acepción, el horror mayor del siglo XX, a la que los judíos llaman Shoah.
Esta misma metáfora se aplica ahora, de manera pertinente a mi juicio, a la trágica realidad de la movilidad humana cuando ésta es castigada sistemáticamente con secuestros, comercio ilegal, bandas de crimen organizado, corrupción de las autoridades migratorias, renacimientos de las xenofobias y racismos de todo tipo. Y las víctimas se cuentan por millones, tanto en África, Asia como en América Latina. Entre nosotros, estas víctimas que transitan por nuestro suelo, provienen sobre todo de América Central.
Sistema patriarcal: Llámase así al sistema de organización en el que el varón domina a la mujer y la considera de su propiedad. El origen de la palabra se remonta a un tipo de organización social primitivo en el que la autoridad total era ejercida por el varón, tanto en la familia como en la vida comunitaria y social. Actualmente se considera patriarcal toda actitud o acción que esté dirigida a que los varones ejerzan una opresión sobre las mujeres apropiándose, por medios pacíficos o violentos, de su fuerza productiva y reproductiva y rebajando al sexo femenino a la categoría de objeto. En el caso de la tragedia migratoria, el sistema patriarcal se hace presente en la gran cantidad de violaciones ejercitadas contra mujeres y niñas y en la trata de personas para el comercio sexual.
Capitalismo depredador o sistema neoliberal: Dícese del sistema económico, social y cultural, que pone el lucro en la cumbre de todos los valores y que define al ser humano en cuanto consumidor. Este sistema, basado en la ilusión de un crecimiento permanente, está en los orígenes de la actual crisis medio ambiental, aumenta escandalosamente las desigualdades entre los grupos humanos y decreta la muerte de los seres humanos sobrantes. Uno de sus ideólogos, Adam Smith, sostenía en su obra La riqueza de las naciones, que los mercados siempre dejan morir a quienes, en el interior de las leyes del mercado, no tienen posibilidad de sobrevivir, y afirmaba que así debía ser. Hoy, este sistema económico se ha convertido también en un sistema cultural, porque alienta una mentalidad, sobre todo a través de los medios de comunicación, que sostiene que una persona puede ser feliz solamente si puede consumir de manera indefinida y si compite con los demás. Propugna una sociedad en la que todo está supeditado a las leyes del mercado, incluso realidades como el sentimiento, el arte, el dolor. En el caso de la tragedia migrante, el sistema neoliberal se encuentra en su mismo origen, porque los migrantes son personas expulsadas de sus propios países justamente por no encontrar espacios para integrarse a la máquina de la producción y son, por ello, decretados como personas sobrantes, inútiles, no dignas de sobrevivir. Esta realidad se prolonga a lo largo de las rutas migratorias, con las extorsiones, secuestros y corrupción que persiguen solamente el lucro a costa de la dignidad de las personas que migran.
Otra iglesia posible: Expresión usada para referirse a los creyentes, hombres y mujeres, que inspirados por su fe y por el seguimiento de Jesús, asumen la causa de los desposeídos y luchan, desde variadas trincheras, por construir un mundo a la medida de la utopía del evangelio, es decir, un mundo de respeto, igualdad, justicia, fraternidad, paz, respeto a las diversidades, amor a los enemigos… Casi siempre es mencionada en relación conflictiva y dialéctica con la llamada iglesia oficial, que se caracteriza por su pompa, sus obsesiones de pureza doctrinal y su connivencia con los poderes de este mundo. La iglesia oficial suele ser fuente de persecución y hostigamiento hacia la otra iglesia posible. En el caso del fenómeno migratorio centroamericano, más de 60 casas del migrante distribuidas a lo largo y ancho de las principales rutas migratorias, son atendidas y administradas por hombres y mujeres de fe que sueñan y trabajan para que otra iglesia, cercana al sufrimiento de las personas migrantes, sea, en realidad, posible.
Colofón: “Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé! / Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, / la resaca de todo lo sufrido / se empozara en el alma… ¡Yo no sé!”.
Así comienza el famoso poema Los Heraldos Negros, del poeta peruano César Vallejo. Pues bien: es absolutamente cierto.
un articulo muy interesante, que nos hace pensar y nos motiva a hacer algo por nuestro prójimo. gracias por darnos a conocer todo esto
Si se pudiéran contar los asesinatos, vejaciones y todo tipo de abusos contra los migrantes seguramente ya se hablaría de GENOSIDIO