Recientemente, la periodista Anita Bourdin escribió una nota, difundida por la agencia Zenit, que da cuenta de un nuevo intento del Vaticano para reactivar el diálogo entre la iglesia católica y la Fraternidad san Pio X, formada por los discípulos de Monseñor Marcel Lefebvre, el obispo cismático tradicionalista.
Informa la nota que Monseñor Agustín Di Noia, dominico estadounidense nombrado en junio de 2012 vicepresidente de la Comisión Ecclesia Dei, instituida justamente como vínculo de relación entre Roma y los lefebvrianos, envió una carta a Monseñor Bernard Fellay, superior de la Fraternidad san Pio X, y a cada sacerdote de la Fraternidad. El objetivo de la carta, resguardada por el Vaticano en la más absoluta discreción, sería el de recordar a Monseñor Fellay que la Fraternidad debe dar una respuesta pronta a la mano tendida por el Vaticano el 21 de enero de 2009 cuando, en una unilateral y graciosa acción de Roma, fueron levantadas por Benedicto XVI las excomuniones que pesaban desde julio de 1988 sobre los cuatro obispos ilícitamente ordenados por Lefebvre.
Este gesto de buena voluntad de Roma había sido precedido de la restauración del rito preconciliar de la celebración de la Misa en latín y le han seguido muchos otros: la constitución de la comisión Ecclesia Dei, intercambios escritos entre la Fraternidad y la Congregación Vaticana para la Doctrina de la Fe en 2011, el encuentro entre el Cardenal Levada y Monseñor Fellay el 13 de junio de 2012, el reciente cambio de la formula de la consagración en la Misa que pasó de “todos” a “muchos”, etc.
La respuesta, sin embargo, de parte de los cismáticos no se ha correspondido con la magnanimidad romana. Llevan ya muchos meses sin responder a un documento que les fuera entregado por la Congregación para la Doctrina de la Fe desde el 14 de septiembre de 2011. La reciente carta de Di Noia tendría el objetivo de recordar, según la periodista Bourdin, que la mano tendida del Vaticano no debería reducirse “un día a una ocasión perdida, dado que las negociaciones no pueden ser eternas”.
La benevolencia de la Santa Sede hacia los tradicionalistas ha sido criticada en muchos sectores eclesiales. A muchos les parece que el Papa ha ofrecido ya demasiado a cambio de nada. La insistencia machacona en lo que el Concilio Vaticano II tiene de “continuidad” con la Tradición de la iglesia por encima de los rasgos de ruptura con la vieja concepción de la iglesia como “estado perfecto” amenaza, opinan algunos, con quitarle al Vaticano II su raíz renovadora.
Aunque el Vaticano ha sido exquisito en su discreción, algunas fuentes lefebvrianas, mencionadas por la periodista, sugieren que la carta de Di Noia propone a la Fraternidad san Pio X “reencontrar el ‘carisma positivo’ de sus inicios –en Friburgo y Écône–: un intento de reforma por medio de la formación de los sacerdotes y la misión”. La expresión es cuando menos paradójica, dado que los propósitos del Vaticano II, que la Fraternidad se empeña de manera contumaz en desconocer, fue justamente la renovación de la iglesia. Resultaría ahora que los ‘reformadores’ serían, aunque usted no lo crea, los discípulos de Lefebvre.
En fin, que estas negociaciones seguirán dando de qué hablar. Sectores progresistas de la iglesia, que no cismáticos ni heréticos, ya quisieran disfrutar de la misma benevolencia por parte de la Sede Apostólica. Hay que reconocer, aunque no se esté de acuerdo con todas las formas, el espíritu de unidad que mueve a las más altas instancias de la iglesia católica respecto de los cismáticos tradicionalistas. Con la misma delicadeza, y fieles al irrenunciable espíritu del Vaticano II cuyo quincuagésimo aniversario estamos celebrando en el actual ‘Año de la Fe’, este espíritu negociador en la caridad tendría que extenderse también a sectores de la iglesia que manifiestan disensos mucho menores que el cisma lefebvriano y que también merecen un clima de diálogo sereno.
Para Fray Tomás, con cariño y admiración
Desde cualquiera de sus ángulos, una de las mayores tragedias de estos tiempos es la situación de las personas que deciden emigrar a los Estados Unidos con la idea de que mejorarán sus ingresos y, por ende, sus vidas, sea los millones de mexicanos y latinoamericanos que ya se encuentran en territorio norteamericano, sea los cientos de miles, en su mayoría centroamericanos, que atraviesan México para tratar de llegar a la frontera norte.
Varias decenas de organizaciones que trabajan por los derechos de las personas migrantes han publicado recientemente una comunicado en el que plantean algunas exigencias dirigidas a los gobiernos de Estados Unidos y México. Recuerdan en la carta los firmantes que se han cumplido ya 44 años del asesinato de Martin Luther King y que la deplorable situación de los afroamericanos en los tiempos del activista se repite, pero ahora, en más de once millones de migrantes sin documentos.
Justo el día de la toma de protesta de Barack Obama en su segundo período presidencial, miles de norteamericanos que votaron por él realizaron una manifestación en Chicago, lugar de nacimiento del presidente, para exigir una moratoria inmediata a las deportaciones de migrantes indocumentados y la consecuente separación de sus familias. Y es que, paradójicamente, Obama llegó al poder en buena parte por el peso del voto latino y prometiendo una reforma migratoria de fondo y comienza ahora su segundo mandato mientras los indocumentados se ven acosados por una ola de redadas en los centros de trabajo, detenciones y deportaciones. En los cuatro años de su primera administración más de 1.5 millones de migrantes indocumentados fueron deportados.
Ante esta situación, las organizaciones firmantes recalcan la urgencia de una moratoria a las deportaciones y las consecuentes separaciones de las familias, en lo que avanza el proceso legislativo de la reforma migratoria. Quizá de esa manera pueda frenarse la cauda de leyes antiinmigrantes en las que se criminaliza ser extranjero o verse diferente y el activismo racista de organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle que, ante el fenómeno migratorio sugieren la militarización de las fronteras, con la misma estulticia con la que sostienen la militarización de las escuelas ante las recientes matanzas escolares.
Si a esta situación de los migrantes indocumentados dentro de los Estados Unidos, añadimos la tragedia de los miles de centroamericanos que, al atravesar México en busca de la frontera norte, se ven atrapados en medio de la violencia de la delincuencia organizada y de los abusos y la corrupción de las autoridades migratorias mexicanas, sufriendo secuestros, hostigamiento, robo, persecución y muerte.
Un ingrediente reciente, que viene a complicar aún más la situación de las personas migrantes y de los defensores de derechos humanos que los apoyan, es el enfrentamiento con poderes que les cobran cuotas de paso a propios y extraños, con la omisión o complicidad de instituciones y funcionarios corruptos. Las organizaciones firmantes saben de lo que hablan: llevan el registro detallado de lo que ocurre en la llamada “Ruta Migrante” y han reunido documentación que prueba la concesión que algunas autoridades corruptas han hecho a los grupos criminales: carteles y pandillas y maras se distribuyen, zonas, rutas, fronteras, garitas, y cárceles para operar el lucrativo negocio de la trata de personas, los secuestros colectivos, las extorsiones comunes, a más de las violaciones sexuales de personas migrantes de ambos sexos, y las constantes lesiones y homicidios son mensajes intimidatorios a personas y comunidades. Todo ello ante los ojos de las autoridades locales y federales, y gozando de total impunidad.
Miremos lo que plantea la carta: “El ejemplo extremo que resulta de la falta de una política de estado sobre las migraciones, es la vergüenza de no dejar más opciones a los transmigrantes que subir al lomo de La Bestia. El personal del Albergue para personas migrantes “La 72”, ha puesto el dedo en el renglón de los peligros que ello representa y del desprestigio que implica el mostrarle al mundo entero lo que en México sucede, y los grupos del crimen autorizado han iniciado el cobro de cuotas de 100 a 300 dólares a quienes quieran subir al tren, con la advertencia que, de no pagar, los arrojaran del tren en movimiento”.
Cuatro son las exigencias que plantean al gobierno de los Estados Unidos:
– Que pare la exportación de armas y el intervencionismo militar a México, que cobra millares de víctimas de nacionales y migrantes en tránsito.
– Que emita una orden ejecutiva que otorgue una moratoria a las deportaciones y la separación de familias en tanto no se emita una reformada ley de migración.
– Que se legisle la promesa incumplida y retrasada de una Reforma Migratoria, enfocada a regularizar la residencia e incluir a los más de 11 millones de migrantes y sus familiares.
– Que en este nuevo periodo presidencial se entable una relación con México que no se defina por el tema exclusivo de la seguridad de sus fronteras y se base en la cooperación para el desarrollo con el debido respeto a la soberanía.
Tres son las exigencias que plantean al gobierno de México:
– Que no asuma la política estadunidense de sustentar su política migratoria en la Seguridad Nacional y en cambio la sustente en la seguridad humana y en el respeto a los derechos de las personas.
– Que se limpie la ruta migrante del control que ejerce el crimen organizado y sus cómplices gubernamentales quienes, con armas traídas del extranjero, masacran a propios y extraños durante su tránsito hacia a la frontera norte,
– Que México suprima las visas para los centroamericanos, tal como han suprimido las de países como Colombia, Venezuela, Chile y de esa manera, predicando con el ejemplo, se puedan negociar un mejor trato y oportunidades de vida para nuestra diáspora en los Estados Unidos.
Son exigencias, todas ellas, perfectamente atendibles si los gobiernos de ambos países asumieran su responsabilidad ante este holocausto migratorio. Son ya muchos los muertos, mucho ya el sufrimiento. Es hora de que la liberación de las fronteras sea no solamente para el paso de las mercancías, sino también para el de las personas.
Colofón: Un buen consejo, nunca llega tarde. Agradezco al lector anónimo que amablemente comentó mi artículo sobre el IMSS y me dio el número telefónico a través del cual podría solicitar la cita con el médico. Tuve ya la cita y sin necesidad de hacer colas. Gracias
Con el Año de la Fe la iglesia católica tiene la intención de conmemorar los 50 años de la inauguración del Concilio Vaticano II, el 11 de octubre de 1962.
Gran acontecimiento el del Vaticano II. En una etapa crucial de la historia reciente, marcada por un profundo cambio de época, la iglesia se planteó con honestidad y humildad la necesidad de entrar en un proceso de renovación que le permitiera ponerse al día (aggiornamento, se le llamó en italiano) y dar, desde una vuelta a las raíces mismas del evangelio, respuestas nuevas a las nuevas circunstancias por las que atravesaba el planeta.
Anunciado desde el 25 de enero de 1959 por el Papa Juan XXIII, el Concilio se convertiría en un crisol en el que confluirían las diversas tendencias eclesiales. Bajo los reclamos de una apertura ecuménica, de una vuelta a los orígenes, de una nueva valoración de la Biblia y una nueva expresión de la fe cristiana en una liturgia renovada, más de 2,000 padres conciliares, venidos de todas las latitudes del planeta, se reunieron en prolongadas sesiones de cerca de tres meses, durante cuatro años seguidos (1962-1965), hasta dar a luz y votar mayoritariamente los 16 documentos que constituyen el legado final de un esfuerzo de renovación que todavía sigue alimentando a muchas comunidades eclesiales.
La lectura de los textos conciliares, a 50 años de distancia, podría decepcionar a algunos. Hay un espíritu extremadamente positivo en la consideración de los cambios por los que el mundo estaba pasando. Muy en la línea de los años sesentas, una mayoría de los Padres conciliares compartía una visión casi idílica del progreso. Las tendencias conservadoras, que también tuvieron su espacio en el Concilio, aferradas a esquemas inoperantes y caducos de expresión y transmisión de la fe, veían –en el otro extremo interpretativo– los cambios sociales no como oportunidades de renovación, sino como muestras del poder demoníaco en el mundo. Entre estas dos opciones hermenéuticas fueron construyéndose los consensos fundamentales que después quedaron plasmados en los documentos aprobados.
Afortunadamente, los vientos de renovación le hicieron espacio al Espíritu y los documentos conciliares, fruto de arduas discusiones y exhaustivas revisiones, terminaron por imponer un nuevo clima que muy pronto tuvo impactos dentro y fuera de la iglesia. La vitalidad de la iglesia latinoamericana postconciliar, por poner solo un ejemplo paradigmático, sería inconcebible sin esos 16 mesurados documentos que crearon un espíritu de apertura que permitió grandes cambios. Y lo mismos puede decirse de los otros continentes.
El mundo no ha dejado de caminar desde entonces. Los retos de nuestros tiempos se antojan de mayores dimensiones que aquellos de la época conciliar. El derrumbe de los sistemas autoritarios, la idolatría de la economía, el deterioro del ecosistema, la crisis de la democracia formal, el consumo como medida de la felicidad, el escándalo de las desigualdades, convierten estas épocas en un momento de crisis que necesitaría otro esfuerzo eclesial de iguales magnitudes. Hay, de hecho, tendencias eclesiales que propugnan por un nuevo Concilio o que enfatizan la dimensión conciliarista que debería privar en una iglesia que, muy pronto, parece haber regresado a sus esquemas autoritarios preconciliares. La ciencia, por su parte, nos ha enfrentado con sus prodigiosos adelantos a un nuevo panorama que cimbra algunas de las tradiciones mantenidas como eternas e inamovibles y que se resquebrajan sin pedirnos permiso.
Celebro que el Año de la Fe signifique una nueva lectura (relectura, a pesar de que el término sea hoy teológicamente incorrecto) de los textos conciliares. Aunque detrás de la recomendación de “volver a la letra del Concilio” me parece vislumbrar un conservadurismo que quiere poner barreras al espíritu renovador que del Concilio emergió, creo sinceramente que aun la simple letra del Concilio conserva una fuerza que puede seguir siendo ocasión de revisión sincera de nuestras prácticas eclesiales.
Creo firmemente que el Concilio significó una primavera del Espíritu para la iglesia. No soy ciego: sé perfectamente que después de los primeros quince años postconciliares el espíritu de renovación ha encontrado obstáculos mayores, algunos –lamentablemente– provenientes de las más altas instancias de gobierno eclesiástico. Por eso me alegra que volvamos a los documentos del Concilio, que regresemos a estudiar y recordar la manera como los documentos se gestaron, las corrientes que se enfrentaron, la discusión sobre los esquemas previos de los documentos, los avances y los pactos, las votaciones mayoritarias y minoritarias, porque solamente así regresaremos a la precaria condición, que precisa de humildad y sabiduría, con que se lograron los consensos fundamentales en aquella época y encontraremos luces para construir los que ahora necesitamos.
-No tengo sistema.
Las dos horas de averiguaciones terminan estrellándose contra la frase que me espeta la secretaria del consultorio nueve, que chupa con fruición una paleta de chupón. El caramelo es amarillo chillante y el plástico azul fosforescente.
Son las 11.30 de la mañana. Llegué a la clínica familiar que me corresponde, la de la calle 59, por los rumbos de Pacabtún, a las 9.15 de la mañana. El trámite se me antojaba sencillo: debo solicitar una cita con mi médico familiar. Es todo. No creo que me lleve mucho tiempo.
Después de estacionar el automóvil me dirijo presuroso al módulo que está en la entrada, cuyo letrero reza: módulo de orientación a los derechohabientes. Está vacío. Espero diez minutos y nadie aparece. Le pregunto a un muchacho que tiene gafete y me contesta que al rato viene la encargada. Pasan otros diez minutos y me doy por vencido. Ayuda a mi decisión de retirarme una misericordiosa señora que me dice que el módulo está siempre vacío, que es en vano que yo espere.
Así que me introduzco en los vericuetos del centro de atención médica. Descubro un letrero que señala “coordinación médica” y supongo que en ese lugar podrían darme alguna información. Hago la fila. Son solamente cinco personas y en el arco de unos quince minutos me toca el turno. La enfermera es muy amable: “no es éste el lugar”, me dice. “Tiene usted que ir al archivo y ahí solicitar que le digan cuál es su médico familiar para que le den el consultorio y vaya usted a agendar su cita”. Me señala que es en el segundo piso.
Me dirijo al elevador. Está echado a perder. Voy hacia las escaleras. Hago casi diez minutos en subir un piso porque, debido a la falta de elevador, varias personas ancianas y/o impedidas suben lentamente, casi impulsadas por sus acompañantes y por un encargado de seguridad privada que ha asumido que alguien tiene que hacer esa labor y se encarga de ayudar a estas personas a subir las escaleras.
Llegado al segundo piso busco un letrero que diga ‘archivo’. No lo encuentro. Doy varias vueltas por todo el piso buscándolo. El letrero no existe. Detengo a una joven que lleva gafete y le pregunto por el archivo. Se detiene en su carrera: “Si fuera animal, le picaba”, me dice sonriente. Me señala con la mano el sitio donde hay una larga cola, justo a unos metros. Sobre la ventanilla se encuentra un letrero: Servicios Técnicos. Me siento extrañamente reconfortado: no es tan sencillo, pienso para consolarme, deducir que bajo el nombre de Servicios Técnicos se encuentra el archivo.
Me pongo en la cola. Cuento a las personas que están delante de mí: son trece. Sin embargo, la fila se va moviendo con agilidad. Cuando han pasado ya 11 personas y solamente queda una delante de mí antes de llegar a la ventanilla, una señora pretende colarse. Distraído como soy, me doy cuenta de su maniobra solamente por los murmullos de desaprobación que escucho detrás de mí. Le pregunto a la señora qué hace al querer meterse delante de mí. En voz baja me contesta que ella vino ayer y no pudo hacer su trámite y que por eso pensó que podría ahorrarse la cola. Su permanencia en la fila se torna imposible cuando, desde atrás, las personas comienzan a gritarle que se ponga en la cola. Mientras la señora discute con los enfilados detrás de mí, la ventanilla queda libre y yo me deslizo sin hacer ruido.
Le pregunto al funcionario cómo le hago para tener una cita. Parece no entenderme. Me dice que para conseguir una cita no hace falta hacer esta cola, sino ir directamente al consultorio que me corresponde. Le respondo que eso es justamente lo que no sé: cuál consultorio me corresponde. Me pide mi carnet y se lo entrego. Enseguida consulta en la computadora y me dice que me corresponde el consultorio número 9 en horario matutino. Me indica que puedo ir inmediatamente a solicitar mi cita. Cuando me retiro para dirigirme a la ventanilla que sigue, todavía discute a gritos la señora que no logró colarse y se ha puesto ya, furiosa, al final de la cola.
Es entonces que llego a la ventanilla del consultorio número nueve, con la señorita que tiene la paleta de chupón: el caramelo amarillo chillante y el plástico azul fosforescente. Le pregunto cuándo puedo tener una cita. Su respuesta es, lo he dicho ya, “no tengo sistema”. Me siento desarmado. Después de hora y media de colas y trámites no sé bien qué debo contestar. Respiro hondo. Le pregunto qué es lo que corresponde entonces que yo haga. “Ya le dije que no tengo sistema”, me repite inconmovible. “De todas maneras, no hay citas en el mes de enero, tiene usted que esperarse hasta febrero”.
Intento entonces explicarle que tengo diagnóstico de cáncer. Que es necesario que el médico familiar me dé un pase para el especialista en oncología. Que supongo que en este tipo de enfermedades no se puede esperar tanto tiempo.
“Ah, bueno”, me contesta, “hubiera usted empezando por ahí. Entonces corresponde que haga usted lo que hace toda la gente”. ¿Y qué hace toda la gente?, le digo yo con un esfuerzo de cara compungida. “Venga usted a las 7.30 de la mañana, que es la hora en que comienzo a recoger los carnés de las personas que van a consultar ese día. Yo le tomo su carnet y usted me dice que no tiene cita, pero que solamente consultará porque necesita un pase a especialista. Yo le pongo en la lista y regresa usted a las 9.30, que es la hora en que llega el doctor. Cuando le toque su turno, pasa”. Le pregunto si no puedo quedarme ahora, dado que veo solamente a tres personas sentadas esperando y son todavía las 11.30. Me dice que no. Que a las 7.30 se recogieron los carnés de las personas sin cita, y que tendré que hacer ese proceso el día que yo decida consultar.
Salgo y me dirijo al coche. Descubro, incómodo, que estoy contento. No he tardado tanto y he resuelto en detalle lo que haré el día que quiera tener la cita. En un país en que un trámite mínimo puede llevarte siete u ocho horas, más la costumbre –si es en procuración o administración de justicia– de “aceitar” la máquina con sobornos, de esos que llamamos mordidas, haber tardado poco más de tres horas y sin ningún incidente realmente desagradable, me resulta una buena cosa. Hasta la empleada de la paleta chupón termina resultándome un espécimen simpático. Sentado ya tras el volante de mi automóvil me quedo pensando si no estaré ya quedando viejo.
Sé que este no es un medio formal de comunicación. Es solamente el rincón desde el cual manifiesto mis opiniones, comparto mis luchas, converso conmigo mismo y con quienes quieren leerme y que, en la variopinta red de blogueros, éste no es sino un espacio más, uno entre cientos de miles. Por eso siempre he experimentado un sincero agradecimiento hacia quienes, en uso de su libertad, entran a este portal electrónico para leer y leerme.
A todos ustedes, anónimos compañeros y compañeras de lectura y de camino, quisiera darles un regalo. Nunca como hoy este espacio se siente honrado de callarse un poco la boca y dejar la palabra a los compañeros y compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
El pasado 21 de diciembre, inicio de un nuevo baktún, miles de zapatistas sacudieron el país con el silencio de sus pasos, un gesto que motivó la columna precedente. El pasado 30 de diciembre la Comandancia General del EZLN ha explicado el gesto y ha dado a conocer sus acciones futuras. No sé cuántos medios de comunicación se harán eco del comunicado del CCRI-CGEZLN. Yo ofrezco este humilde espacio para que la voz zapatista resuene en los corazones de quienes a este espacio electrónico se acerquen. Vaya como un mensaje de buenaventura para ustedes en este año que comienza y como una señal de mi indeclinable solidaridad con las comunidades zapatistas y una muestra de lo agradecido que estoy por todo lo que, desde las montañas del sureste mexicano, están haciendo por este sufrido país y por el mundo.
A todas y todos: ¡Feliz año!
COMUNICADO DEL COMITÉ CLANDESTINO REVOLUCIONARIO INDÍGENA-COMANDANCIA GENERAL DEL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.
30 DE DICIEMBRE DEL 2012.
AL PUEBLO DE MÉXICO:
A LOS PUEBLOS Y GOBIERNOS DEL MUNDO:
HERMANOS Y HERMANAS:
COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS:
EL PASADO 21 DE DICIEMBRE DEL 2012, EN HORAS DE LA MADRUGADA, DECENAS DE MILES DE INDÍGENAS ZAPATISTAS NOS MOVILIZAMOS Y TOMAMOS, PACÍFICAMENTE Y EN SILENCIO, 5 CABECERAS MUNICIPALES EN EL SURORIENTAL ESTADO MEXICANO DE CHIAPAS.
EN LAS CIUDADES DE PALENQUE, ALTAMIRANO, LAS MARGARITAS, OCOSINGO Y SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, LOS MIRAMOS Y NOS MIRAMOS A NOSOTROS MISMOS EN SILENCIO.
NO ES EL NUESTRO UN MENSAJE DE RESIGNACIÓN.
NO LO ES DE GUERRA, DE MUERTE Y DESTRUCCIÓN.
NUESTRO MENSAJE ES DE LUCHA Y RESISTENCIA.
DESPUÉS DEL GOLPE DE ESTADO MEDIÁTICO QUE ENCUMBRÓ EN EL PODER EJECUTIVO FEDERAL A LA IGNORANCIA MAL DISIMULADA Y PEOR MAQUILLADA, NOS HICIMOS PRESENTES PARA HACERLES SABER QUE SI ELLOS NUNCA SE FUERON, TAMPOCO NOSOTROS.
HACE 6 AÑOS, UN SEGMENTO DE LA CLASE POLÍTICA E INTELECTUAL SALIÓ A BUSCAR UN RESPONSABLE PARA SU DERROTA. EN AQUEL TIEMPO NOSOTROS ESTÁBAMOS, EN CIUDADES Y COMUNIDADES, LUCHANDO POR JUSTICIA PARA UN ATENCO QUE NO ESTABA ENTONCES DE MODA.
EN ESE AYER NOS CALUMNIARON PRIMERO Y QUISIERON ACALLARNOS DESPUÉS.
INCAPACES Y DESHONESTOS PARA VER QUE EN SÍ MISMOS TENÍAN Y TIENEN LA LEVADURA DE SU RUINA, PRETENDIERON DESAPARECERNOS CON LA MENTIRA Y EL SILENCIO CÓMPLICE.
SEIS AÑOS DESPUÉS, DOS COSAS QUEDAN CLARAS:
ELLOS NO NOS NECESITAN PARA FRACASAR.
NOSOTROS NO LOS NECESITAMOS A ELLOS PARA SOBREVIVIR.
NOSOTROS, QUE NUNCA NOS FUIMOS AUNQUE ASÍ SE HAYAN EMPEÑADO EN HACERLES CREER LOS MEDIOS DE TODO EL ESPECTRO, RESURGIMOS COMO INDÍGENAS ZAPATISTAS QUE SOMOS Y SEREMOS.
EN ESTOS AÑOS NOS HEMOS FORTALECIDO Y HEMOS MEJORADO SIGNIFICATIVAMENTE NUESTRAS CONDICIONES DE VIDA. NUESTRO NIVEL DE VIDA ES SUPERIOR AL DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS AFINES A LOS GOBIERNOS EN TURNO, QUE RECIBEN LAS LIMOSNAS Y LAS DERROCHAN EN ALCOHOL Y ARTÍCULOS INÚTILES.
NUESTRAS VIVIENDAS SE MEJORAN SIN LASTIMAR A LA NATURALEZA IMPONIÉNDOLE CAMINOS QUE LE SON AJENOS.
EN NUESTROS PUEBLOS, LA TIERRA QUE ANTES ERA PARA ENGORDAR EL GANADO DE FINQUEROS Y TERRATENIENTES, AHORA ES PARA EL MAÍZ, EL FRIJOL Y LAS VERDURAS QUE ILUMINAN NUESTRAS MESAS.
NUESTRO TRABAJO RECIBE LA SATISFACCIÓN DOBLE DE PROVEERNOS DE LO NECESARIO PARA VIVIR HONRADAMENTE, Y DE CONTRIBUIR EN EL CRECIMIENTO COLECTIVO DE NUESTRAS COMUNIDADES.
NUESTROS NIÑOS Y NIÑAS VAN A UNA ESCUELA QUE LES ENSEÑA SU PROPIA HISTORIA, LA DE SU PATRIA Y LA DEL MUNDO, ASÍ COMO LAS CIENCIAS Y LAS TÉCNICAS NECESARIAS PARA ENGRANDECERSE SIN DEJAR DE SER INDÍGENAS.
LAS MUJERES INDÍGENAS ZAPATISTAS NO SON VENDIDAS COMO MERCANCÍAS.
LOS INDÍGENAS PRIÍSTAS VAN A NUESTROS HOSPITALES, CLÍNICAS Y LABORATORIOS PORQUE EN LOS DEL GOBIERNO NO HAY MEDICINAS, NI APARATOS, NI DOCTORES NI PERSONAL CALIFICADO.
NUESTRA CULTURA FLORECE, NO AISLADA SINO ENRIQUECIDA POR EL CONTACTO CON LAS CULTURAS DE OTROS PUEBLOS DE MÉXICO Y DEL MUNDO.
GOBERNAMOS Y NOS GOBERNAMOS NOSOTROS MISMOS, BUSCANDO SIEMPRE PRIMERO EL ACUERDO ANTES QUE LA CONFRONTACIÓN.
TODO ESTO SE HA CONSEGUIDO NO SÓLO SIN EL GOBIERNO, LA CLASE POLÍTICA Y MEDIOS QUE LOS ACOMPAÑAN, TAMBIÉN RESISTIENDO SUS ATAQUES DE TODO TIPO.
HEMOS DEMOSTRADO, UNA VEZ MÁS, QUE SOMOS QUIENES SOMOS.
CON NUESTRO SILENCIO NOS HICIMOS PRESENTES.
AHORA CON NUESTRA PALABRA ANUNCIAMOS QUE:
PRIMERO.– REAFIRMAREMOS Y CONSOLIDAREMOS NUESTRA PERTENENCIA AL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA, ESPACIO DE ENCUENTRO CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE NUESTRO PAÍS.
SEGUNDO.- RETOMAREMOS EL CONTACTO CON NUESTROS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS ADHERENTES A LA SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA EN MÉXICO Y EN EL MUNDO.
TERCERO.- INTENTAREMOS CONSTRUIR LOS PUENTES NECESARIOS HACIA LOS MOVIMIENTOS SOCIALES QUE HAN SURGIDO Y SURGIRÁN, NO PARA DIRIGIR O SUPLANTAR, SINO PARA APRENDER DE ELLOS, DE SU HISTORIA, DE SUS CAMINOS Y DESTINOS.
PARA ESTO HEMOS LOGRADO EL APOYO DE INDIVIDUOS Y GRUPOS EN DIFERENTES PARTES DE MÉXICO, CONFORMADOS COMO EQUIPOS DE APOYO DE LAS COMISIONES SEXTA E INTERNAZIONAL DEL EZLN, DE MODO QUE SE CONVIERTAN EN CORREAS DE COMUNICACIÓN ENTRE LAS BASES DE APOYO ZAPATISTAS Y LOS INDIVIDUOS, GRUPOS Y COLECTIVOS ADHERENTES A LA SEXTA DECLARACIÓN, EN MÉXICO Y EN EL MUNDO, QUE AÚN MANTIENEN SU CONVICCIÓN Y COMPROMISO CON LA CONSTRUCCIÓN DE UNA ALTERNATIVA NO INSTITUCIONAL DE IZQUIERDA.
CUARTO.- SEGUIRÁ NUESTRA DISTANCIA CRÍTICA FRENTE A LA CLASE POLÍTICA MEXICANA QUE, EN SU CONJUNTO, NO HA HECHO SINO MEDRAR A COSTA DE LAS NECESIDADES Y LAS ESPERANZAS DE LA GENTE HUMILDE Y SENCILLA.
QUINTO.- RESPECTO A LOS MALOS GOBIERNOS FEDERALES, ESTATALES Y MUNICIPALES, EJECUTIVOS, LEGISLATIVOS Y JUDICIALES, Y MEDIOS QUE LOS ACOMPAÑAN DECIMOS LO SIGUIENTE:
LOS MALOS GOBIERNOS DE TODO EL ESPECTRO POLÍTICO, SIN EXCEPCIÓN ALGUNA, HAN HECHO TODO LO POSIBLE POR DESTRUIRNOS, POR COMPRARNOS, POR RENDIRNOS. PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, CC Y EL FUTURO PARTIDO DE RN, NOS HAN ATACADO MILITAR, POLÍTICA, SOCIAL E IDEOLÓGICAMENTE.
LOS GRANDES MEDIOS DE COMUNICACIÓN INTENTARON DESAPARECERNOS, CON LA CALUMNIA SERVIL Y OPORTUNISTA PRIMERO, CON EL SILENCIO TAIMADO Y CÓMPLICE DESPUÉS. A QUIENES SIRVIERON Y DE CUYOS DINEROS SE AMAMANTARON YA NO ESTÁN. Y QUIENES AHORA LOS RELEVAN NO DURARÁN MÁS QUE SUS ANTECESORES.
COMO HA SIDO EVIDENTE EL 21 DE DICIEMBRE DEL 2012, TODOS HAN FRACASADO.
QUEDA ENTONCES AL GOBIERNO FEDERAL, EJECUTIVO, LEGISLATIVO Y JUDICIAL, DECIDIR SI REINCIDE EN LA POLÍTICA CONTRAINSURGENTE QUE SÓLO HA CONSEGUIDO UNA ENDEBLE SIMULACIÓN TORPEMENTE SUSTENTADA EN EL MANEJO MEDIÁTICO, O RECONOCE Y CUMPLE SUS COMPROMISOS ELEVANDO A RANGO CONSTITUCIONAL LOS DERECHOS Y LA CULTURA INDÍGENAS, TAL Y COMO LO ESTABLECEN LOS LLAMADOS “ACUERDOS DE SAN ANDRÉS”, FIRMADOS POR EL GOBIERNO FEDERAL EN 1996, ENCABEZADO ENTONCES POR EL MISMO PARTIDO AHORA EN EL EJECUTIVO.
QUEDA AL GOBIERNO ESTATAL DECIDIR SI CONTINÚA LA ESTRATEGIA DESHONESTA Y RUIN DE SU ANTECESOR, QUE ADEMÁS DE CORRUPTO Y MENTIROSO, OCUPÓ DINEROS DEL PUEBLO DE CHIAPAS EN EL ENRIQUECIMIENTO PROPIO Y DE SUS CÓMPLICES, Y SE DEDICÓ A LA COMPRA DESCARADA DE VOCES Y PLUMAS EN LOS MEDIOS, MIENTRAS SUMÍA AL PUEBLO DE CHIAPAS EN LA MISERIA, AL MISMO TIEMPO QUE HACÍA USO DE POLICÍAS Y PARAMILITARES PARA TRATAR DE FRENAR EL AVANCE ORGANIZATIVO DE LOS PUEBLOS ZAPATISTAS; O, EN CAMBIO, CON VERDAD Y JUSTICIA, ACEPTA Y RESPETA NUESTRA EXISTENCIA Y SE HACE A LA IDEA DE QUE FLORECE UNA NUEVA FORMA DE VIDA SOCIAL EN TERRITORIO ZAPATISTA, CHIAPAS, MÉXICO. FLORECIMIENTO QUE ATRAE LA ATENCIÓN DE PERSONAS HONESTAS EN TODO EL PLANETA.
QUEDA A LOS GOBIERNOS MUNICIPALES DECIDIR SI SE SIGUEN TRAGANDO LAS RUEDAS DE MOLINO CON LAS QUE LAS ORGANIZACIONES ANTIZAPATISTAS O SUPUESTAMENTE “ZAPATISTAS” LOS EXTORSIONAN PARA AGREDIR A NUESTRAS COMUNIDADES; O MEJOR USAN ESOS DINEROS PARA MEJORAR LAS CONDICIONES DE VIDA DE SUS GOBERNADOS.
QUEDA AL PUEBLO DE MÉXICO QUE SE ORGANIZA EN FORMAS DE LUCHA ELECTORAL Y RESISTE, DECIDIR SI SIGUE VIENDO EN NOSOTROS A LOS ENEMIGOS O RIVALES EN QUIENES DESCARGAR SU FRUSTRACIÓN POR LOS FRAUDES Y AGRESIONES QUE, AL FINAL, TODOS PADECEMOS, Y SI EN SU LUCHA POR EL PODER CONTINÚAN ALIÁNDOSE CON NUESTROS PERSEGUIDORES; O RECONOCEN AL FIN EN NOSOTROS OTRA FORMA DE HACER POLÍTICA.
SEXTO.- EN LOS PRÓXIMOS DÍAS EL EZLN, A TRAVÉS DE SUS COMISIONES SEXTA E INTERNAZIONAL, DARÁ A CONOCER UNA SERIE DE INICIATIVAS, DE CARÁCTER CIVIL Y PACÍFICO, PARA SEGUIR CAMINANDO JUNTO A LOS OTROS PUEBLOS ORIGINARIOS DE MÉXICO Y DE TODO EL CONTINENTE, Y JUNTO A QUIENES, EN MÉXICO Y EN EL MUNDO ENTERO, RESISTEN Y LUCHAN ABAJO Y A LA IZQUIERDA.
HERMANOS Y HERMANAS:
COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS:
ANTES TUVIMOS LA BUENAVENTURA DE UNA ATENCIÓN HONESTA Y NOBLE DE DISTINTOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. LO AGRADECIMOS ENTONCES. PERO ESO FUE COMPLETAMENTE BORRADO CON SU ACTITUD POSTERIOR.
QUIENES APOSTARON A QUE SÓLO EXISTÍAMOS MEDIÁTICAMENTE Y QUE, CON EL CERCO DE MENTIRAS Y SILENCIO, DESAPARECERÍAMOS, SE EQUIVOCARON.
CUANDO NO HABÍAN CÁMARAS, MICRÓFONOS, PLUMAS, OÍDOS Y MIRADAS, EXISTÍAMOS.
CUANDO NOS CALUMNIARON, EXISTÍAMOS.
CUANDO NOS SILENCIARON, EXISTÍAMOS.
Y AQUÍ ESTAMOS, EXISTIENDO.
NUESTRO ANDAR, COMO HA QUEDADO DEMOSTRADO, NO DEPENDE DEL IMPACTO MEDIÁTICO, SINO DE LA COMPRENSIÓN DEL MUNDO Y DE SUS PARTES, DE LA SABIDURÍA INDÍGENA QUE RIGE NUESTROS PASOS, DE LA DECISIÓN INQUEBRANTABLE QUE DA LA DIGNIDAD DE ABAJO Y A LA IZQUIERDA.
A PARTIR DE AHORA, NUESTRA PALABRA EMPEZARÁ A SER SELECTIVA EN SU DESTINATARIO Y, SALVO EN CONTADAS OCASIONES, SÓLO PODRÁ SER COMPRENDIDA POR QUIENES CON NOSOTROS HAN CAMINADO Y CAMINAN, SIN RENDIRSE A LAS MODAS MEDIÁTICAS Y COYUNTURALES.
ACÁ, CON NO POCOS ERRORES Y MUCHAS DIFICULTADES, ES YA UNA REALIDAD OTRA FORMA DE HACER POLÍTICA.
POCOS, MUY POCOS, TENDRÁN EL PRIVILEGIO DE CONOCERLA Y APRENDER DE ELLA DIRECTAMENTE.
HACE 19 AÑOS LOS SORPRENDIMOS TOMANDO CON FUEGO Y SANGRE SUS CIUDADES. AHORA LO HEMOS HECHO DE NUEVO, SIN ARMAS, SIN MUERTE, SIN DESTRUCCIÓN.
NOS DIFERENCIAMOS ASÍ DE QUIENES, DURANTE SUS GOBIERNOS, REPARTIERON Y REPARTEN LA MUERTE ENTRE SUS GOBERNADOS.
SOMOS LOS MISMOS DE HACE 500 AÑOS, DE HACE 44 AÑOS, DE HACE 30 AÑOS, DE HACE 20 AÑOS, DE HACE APENAS UNOS DÍAS.
SOMOS LOS ZAPATISTAS, LOS MÁS PEQUEÑOS, LOS QUE VIVEN, LUCHAN Y MUEREN EN EL ÚLTIMO RINCÓN DE LA PATRIA, LOS QUE NO CLAUDICAN, LOS QUE NO SE VENDEN, LOS QUE NO SE RINDEN.
HERMANOS Y HERMANAS:
COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS:
SOMOS L@S ZAPATISTAS, RECIBAN NUESTRO ABRAZO.
¡DEMOCRACIA!
¡LIBERTAD!
¡JUSTICIA!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Voy a decir lo que escuché el pasado 21 de diciembre.
No la voz de la estupidez clamando la llegada del fin del mundo.
Tampoco la servil estulticia de quien vende
El pasado glorioso a cien dólares el show
Y le llama oferta turística o año de la cultura maya.
Escuché,
en el maduro tiempo del adviento,
el estruendo de un prolongado sacudimiento.
Como el sonido del trueno que viene después del rayo
Así escuché 1994 en el año 2012.
De la escondida cueva del olvido
Emergió el tempestuoso paso de la historia:
Los siglos de desprecio montados en la morena piel,
La miseria convertida en alimento cotidiano,
La discriminación enfrentada con gallardía.
Escuché
El grito del primer día de enero
Repetido hasta el infinito
¡Libertad, justicia, democracia!
El contenido grito de cientos, miles de pueblos,
Cansados de no ser, de no existir,
De no ser dueños de su propia vida,
De ser un hueco negro en el mapa de su propia patria.
Y el grito se extendió como un reguero
Como un twitter lanzado hacia mil corazones
Y atravesó fronteras
Y se juntó con millones de clamores
Que se reconocieron detrás del rostro oculto
Bajo el pasamontañas.
Escuché,
Tras el estallido del fuego justiciero,
Los pasos en las calles
De todas las ciudades y los pueblos
Pidiendo como Lennon
Give peace a chance!
Y a los originales pobladores de estas tierras
Obedeciendo el mandato,
Y el fuego de la montaña apagándose
Para que se encendiera el fuego de la palabra.
Escuché
La tierna palabra solidaridad
Derramándose en las mesas de negociación, rodeándola.
Y detrás, del otro lado,
La arrogancia vestida de saco y corbata,
La palabra como pretexto para ganar tiempo,
La deshonestidad hecha gobierno.
Escuché
El suave ruido de las plumas al deslizarse
Sobre el papel arrugado de los acuerdos,
La palabra empeñada,
La incubada traición de color blanco.
Escuché
El Wannsee de Zedillo que incluía
El decreto de exterminio
Y la voz de asentimiento de todos sus secretarios
O su silencio cómplice.
Escuché
La voz de Ramona y de Esther,
La marcha del color de la tierra,
Las ráfagas luminosas contenidas
En cada Declaración de la Selva Lacandona,
La incesante lucidez del Sup Marcos,
La decisión firme de llamarse resistencia,
Batalla contra el olvido,
Integridad frente a la hipocresía.
Escuché
Los oídos zapatistas escuchando
Los cientos de dolores,
Las heridas abiertas de los pueblos,
En ese caminar que fue nombrado
La Otra Campaña.
Y encontré sabucanes repletos de esperanza,
Colisión de rebeldías,
Atisbos de otro mundo floreciendo.
Escuché
La construcción de Juntas de Gobierno,
De autónomos municipios,
De otra educación y otra salud,
La legitimación de sistemas normativos,
La otra humanidad desarrollándose
-digna y silenciosa-
En las montañas del sureste mexicano.
Escuché
Al pueblo maya tomando
Las riendas de su vida y su destino
Sin pedir permiso,
Sin buscar aprobaciones,
Simplemente viviendo según su ley y su deseo,
Como cualquier pueblo libre
De cualquier planeta,
De cualquier galaxia posible.
El 21 de diciembre de 2012
He escuchado
El ruido del derrumbe,
La desaparición anticipada
De palabras que no caben en un poema:
Capitalismo,
Explotación
Y muerte.
Escuché la semana pasada
-y aún no lo creo-
La risa del futuro.
Fue el mejor regalo navideño.
Estuve la semana pasada en el Centro Cultural Tapanco. Iría con más frecuencia si me fuera posible. Con un amplio abanico de actividades culturales, El Tapanco va convirtiéndose en un punto de referencia indispensable en el concierto de ofertas teatrales de la ciudad de Mérida: un espacio céntrico, cómodo, donde uno puede gustar lo mismo de una obra representada por experimentados actores y actrices, que una pieza llevada a la escena por gente joven, fresca, entusiasta; donde se presenta lo mismo comedia, drama que teatro erótico o de contenido social.
Presencié y disfruté la obra “Noches de Parque”, del madrileño Manuel Nector Ortega Yáñez. Con el título original de “Historia de un Parque”, el dramaturgo español, egresado de la Escuela de Artes Visuales de Madrid, ambienta el encuentro de tres personajes en un parque de ligue homosexual masculino. Con un historial largo como guionista de cine (su guión de la película “Divertimento” fue nominado mejor guión de de autor por la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía) Ortega Yáñez presentó “Historia de un Parque” por primera vez en el teatro Las Aguas de Madrid de la mano del grupo Pániko Escéniko, en el año 2004.
Ahora, con el nombre de “Noches de Parque”, la obra ha sido presentada en El Tapanco en una producción del grupo de teatro independiente “Caja Negra” y el Colectivo “Replay Tequila”. Bajo la dirección de Iván Vázquez y con la actuación de Charly Perera, Armando Chacón y Juan Carlos Durán, en su aparente simplicidad y su tono de comedia, la obra nos permite asomarnos a una realidad que el programa de mano describe en una frase: todos necesitamos sentir un poco de cariño. Detrás de los estereotipos propios de la representación teatral, en la obra queda al desnudo el drama de alcanzar –con las dificultades propias de la condición gay, pero que perfectamente podría adaptarse a cualquier orientación sexual– la que probablemente es la única meta por la que vale la pena vivir: amar y ser amado.
Y es bueno que recordemos esto ahora que Uruguay se ha convertido en el país número 12 que legisla para garantizar el acceso universal al matrimonio. Junto con Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina y Dinamarca, Uruguay ha entrado en la lista de países que, 22 años después de que la homosexualidad fuera retirada de la lista de enfermedades mentales, reconoce el derecho de las personas homosexuales a casarse y fundar una familia. Son doce países (y muchos estados y provincias dentro de otros países, como el Distrito Federal, en México, o Iowa, en los Estados Unidos) en un mar de 193 estados que han adherido a la Carta de las Naciones Unidas, pero, aun siendo pocos, trazan una senda irreversible. Y aunque existan todavía siete países en que la homosexualidad masculina es castigada con la pena de muerte y en cuarenta y dos más se la castiga con pena de prisión, algunas veces perpetua, el mundo no parará hasta que todos los parlamentos reconozcan y reparen a miles de personas anónimas -homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgénero y transexuales- que han sufrido y sufren aún hoy en muchos casos, el insulto, la burla, la discriminación y la violencia. Porque no se trata solamente del matrimonio de parejas del mismo sexo: como bien señaló el uruguayo Andrés Scagliola, esto tiene que ver con el combate a la discriminación de la que han sido objeto los homosexuales en esta sociedad.
La obra de teatro “Noches de Parque”, que seguramente será presentada en otras fechas y foros, apunta hacia esa realidad. Algo que ya Apegé, acrónimo del editor responsable de la sección Sociedad del legendario semanario cultural uruguayo “Brecha”, Álvaro Pérez García, señalaba en su primera, magnífica obra de ficción:
“Una vez dos se ven y sucede aún con resistencia, tiemblan, se muestran la cicatriz más añeja, se envuelven el uno en el otro y concilian el sueño en una cama estrecha… Quien haya despreciado la ofrenda merece una vida agónica y triste, una enfermedad corrosiva, pesadillas constantes, ninguna reconciliación consigo, un chillido permanente mientras lo invaden miles de caras y acciones ajenas, el espejo y los propios ojos inquisidores invocando, hasta la vejez y la muerte. Desligarse del amor es aceptarse amputado…”
(Apegé, Injuria (Criatura Editora, Montevideo 2011) p. 69
Una vieja interpretación sitúa la sede de los sentimientos en diversas partes del cuerpo. En la tradición judía antigua, por ejemplo, el amor se alojaba, en este imaginario, en los riñones, de donde nos ha quedado la expresión «te amo entrañablemente», por los riñones o entrañas.
En occidente, desde hace mucho tiempo, colocamos imaginariamente la sede el amor en el corazón (te quiero con todo mi corazón) y la de los instintos de enojo y violencia en el hígado (perdóname la ofensa cometida: te contesté con el hígado). Quiero hoy referirne a algunos acontecimientos políticos: uno lo llevo en el corazón y otro lo detesto de manera visceral (de nuevo las entrañas…)
Del corazón
La aceptación, por una abrumadora mayoría, de Palestina como Estado observador en la Organización de las Naciones Unidas, es desde todos los puntos de vista un triunfo para los que anhelamos una paz definitiva en el Medio Oriente. Hay quienes dicen que es solamente un triunfo simbólico. Pero aunque así lo fuera, hay símbolos cuya carga significativa puede cambiar realidades. En el caso de las conflictivas y complejas relaciones ente Israel y Palestina, el paso de «Autoridad Nacional Palestina» a la consideración de Palestina como un Estado, cambiará sin duda la ecuación de fuerza y de influencia a la hora se sentarse a la mesa del diálogo.
Imposible resumir en unas líneas la larga marcha que encuentra hoy un punto conclusivo en este reconocimiento. Sin maniqueísmos simplificadores, Palestina se merece este trato digno, aunque todavía no pleno, que le ofrece el concierto de las naciones. La derrota diplomática de Israel y de los Estados Unidos, que laboraron arduamente para evitar este reconocimiento, muestra una nueva percepción internacional del conflicto árabe-israelí y señala nuevas vías para conseguir una paz definitiva en la que Israel tenga, sí, fronteras seguras, pero el derecho del pueblo palestino sea cabalmente respetado.
Lo he dicho en otras ocasiones: la posición del Vaticano ante el conflicto árabe-israelí me parece ejemplar: dos estados libres y soberanos que compartan un mismo territorio, un estatuto internacional particular para la ciudad de Jerusalén, medidas acordadas entre ambos Estados para garantizar una paz duradera. Un horizonte ético que no se alcanzará de un día para otro, pero que permite no perder el rumboen medio del resurgimiento de viejos fundamentalismos religiosos.
Los fundamentalismos de ambos bandos deben estar enojados con esta proclamación: los caminos diplomáticos, por frágiles que parezcan, son siempre preferibles a los obuses que causan destrucción y muerte. ¡Larga vida a Palestina!
Del hígado
Escribo estas líneas mientras la televisión, en cadena nacional, exhibe la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. La tortura comenzó desde el viernes, con el anuncio de quienes formarían el nuevo gabinete. Se trata de la repetición ad nauseam de lo que sucede en el penthhouse del poder en este país. Los impecables trajes apenas logran esconder la rapacidad y los discursos huecos subrayan la distancia insalvable entre una clase política ocupada en sus podridos intereses, y un país desgarrado por el dolor, la injusticia y la violencia. Sonrisas cínicas intentan esconder la rabia que se agolpa a las puertas de la sede legislativa y que cobra su cuota de golpeados y heridos. El duopolio televisivo, servil y selectivo en sus transmisiones, se prepara a gobernar el país: Tienen muchas deudas que cobrar. Uno recorre los rostros de los que llevarán los asuntos públicos y siente ganas de llorar, aunque en estos lares sepamos que pudo haber sido peor…
Pero se engañan quienes piensan que en estas ceremonias huecas se está decidiendo el futuro de nuestra patria. La patria, que algún día será de todos y para todos y no solamente de unos pocos, construye su futuro en muy otros espacios privados y públicos. En el dolor de quienes, agrupados en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, no cejan en buscar a sus hijos e hijas, de reclamar justicia y reparación… En quienes, desde muchos frentes, trabajan por la dignificación de los migrantes que atraviesan nuestra patria… En quienes, luchando contra la imposición de Monsanto, trabajan para producir alimentos sanos y construir la soberanía alimentaria… En las y los jóvenes que, desde el movimiento Yosoy132, nos recuerdan que ser jóvenes y ser rebeldes es una tautología… En los cientos de organismos que se desgastan por la promoción y defensa de los derechos humanos… En la rebelde dignidad de los pueblos originarios y de quienes, desde las montañas de la selva lacandona, nos dan testimonio de autonomía y buen gobierno…
Ahí, ahí es donde se construye la patria. Lo demás… Lo demás es la triste y obscena exhibición de los meandros del poder, de la decadencia con siglas partidistas, del coletazo de un sistema cuya desaparición está decretada. Algún día, mírenlo que ya se acerca, la payasada política que sostiene el sistema de muerte que padecemos, será cosa del pasado. Aunque de momento uno sienta los retortijones de rabia justo en el hígado.
(Divagaciones sobre la salud y la enfermedad)
Gracia y Paz a ti, queridísimo amigo, de parte de Dios, fuente de toda salud y de Jesús de Nazaret, el que sobrellevó sobre sí nuestras enfermedades y en quien nuestras heridas encuentran plena sanación.
He recibido tu carta, siempre llena de cariñoso afecto. En ella miro como en un espejo la generosidad de tu corazón. Te agradezco tus buenos deseos por mi recuperación y, con los pies bien puestos en la tierra, digiero los excesos verbales de tu afecto por mí.
Y sí, mi queridísimo amigo, hay experiencias que nos sitúan al límite. La vida es como una sorpresa permanente, y su otro lado, aparentemente oscuro como el de la luna, es la muerte. Quizá nunca se comprenda esto en su completa dimensión más que cuando uno se ve obligado a mirar a la muerte de cerca, a enfrentarla cara a cara, a acostumbrarse a tenerla de compañera, como dijera Silvio: “¿Qué decirle a la muerte, tantas veces llamada a mi lado que al cabo se ha vuelto mi hermana?”. Me imagino que el poeta cubano habrá escuchado alguna vez que Francisco, el pobre de Asís, la llamaba justamente “hermana muerte”.
Es curioso todo lo que la cercanía de la muerte puede hacer por nosotros. Osho, mi sabio indio de cabecera, señalaba en uno de sus discursos: “No pienso que tengamos que librarnos de la muerte, ni siquiera que tengamos que triunfar sobre ella… Lo que necesitamos es conocerla, porque el mismo hecho de conocerla se convierte en la victoria… el hecho de conocer de cerca la muerte hace que ésta se disuelva; entonces, de pronto, por primera vez, nos conectamos con la vida”.
Me he enterado, amigo del alma, que la vida te ha puesto de frente a la muerte posible. La misma muerte que, sabemos bien, ha estado siempre al final del horizonte, pero que, de repente, se hace presente aquí, se coloca a nuestro lado. Una de las pocas virtudes de la enfermedad es hacernos conscientes de nuestra fragilidad, de nuestra finitud.
A veces tengo una confusión de sentimientos en mi interior: quisiera, por una parte, que la vida te hubiera ahorrado esta experiencia, y que como esos ancianos que asemejan robles, hubieras llegado a los noventa años sabiendo de la enfermedad solamente porque le ocurre al de enfrente. Ser de esos robustos viejos que de dolencias solamente conocen el catarro.
Pero por otro lado, desde mi propia experiencia, no quiero dejar de compartirte todo el bien que me ha hecho a mí la cercanía de la muerte. La enfermedad ha sido para mí la ocasión de probar mi docilidad y mi obediencia, y ya sabes la falta que me hacen esas características. Enfrentado a una enfermedad que desconocía, no me quedaba más remedio que confiarme en la mano de los médicos. Tuve suerte, debo reconocerlo, porque estuve rodeado de médicos valiosos y profundamente humanos. Una vez que reconocí mi fragilidad y mi dependencia, me puse conscientemente en sus manos. Quizá por eso tengo fama de buen paciente: con los médicos –y esto te arrancará seguramente una carcajada– soy todo lo obediente que no he podido ser con mis autoridades religiosas.
La cercanía de la muerte me ha dado también una nueva perspectiva de valoración de todas las cosas. He aprendido a saborear en plenitud los olores y sabores de cada comida, disfrutar con fruición de la música que me gusta, valorar el gesto de generosidad de un amigo y la ternura que se esconde detrás del regaño de una amiga, contar las arrugas del rostro de mi madre, volverme oteador de atardeceres… Tenía razón el maestro de Nazaret cuando, en la parábola del hombre insensato, reclamaba: “¡Tonto! Hoy por la noche vas a morir… ¿de qué te servirá todo lo que acumulaste?”.
El justo aprecio del tiempo, la renovada pasión que siento por lo que hago, los deseos irrefrenables de beberme hasta las heces cada segundo de felicidad, no serían posibles, al menos no con la intensidad que experimento, si no hubiera sido por la oportunidad que la enfermedad me dio de estar en los zapatos del hombre insensato de la parábola.
Pero la verdad que con palabras y obras nos compartió el Verbo Encarnado sigue siendo decisiva. No es la enfermedad, por muchas enseñanzas que nos deje, la situación ideal para el ser humano. Hemos sido hechos para la vida plena, lo que implica una estable situación de salud. Por eso el Maestro curaba a los enfermos y sanaba todas las enfermedades que encontraba a su paso. Por eso insistió cuando el ciego contestó que veía a las personas “como árboles que caminan” y, de nuevo, terminó su proceso de curación hasta que éste recuperó totalmente la vista.
La enfermedad tiene muchas enseñanzas, pero quizá la más importante sea el aprecio por la salud. Cuando uno tiene la gracia de ser tocado por una enfermedad, de esas que las personas apenas si mencionan con miedo, y mantiene la tenacidad necesaria para cruzar por en medio de sus sufrimientos, como se atraviesa el fuego sin dejarse abrasar por él, entonces se puede mirar hacia atrás: los dolores quedan en el pasado, pero la pasión por la vida permanece.
¡Cómo quisiera estar junto a ti, mi querido amigo, para cobijar tu experiencia con un abrazo prolongado y cariñoso! ¡Bienvenido al club de los sobrevivientes!
Tengo muchos otros amigos y amigas que han sido diagnosticados de cáncer en diversas partes del cuerpo. Parece que fuera la enfermedad de moda. Algunos de estos amigos, entrañables todos, son no creyentes. Tienes una ventaja sobre ellos: tu fe profunda y tu sentido de Misterio. Habrá momentos duros, mi querido amigo, pero estoy seguro que conservarás esa mirada capaz de descubrir la presencia de Aquél que, sin dejar de ser el totalmente Otro, estará contigo en tu cama y dejará que Sus venas sean atravesadas por tus mismas agujas. Misterio hondo es éste al que te asomas.
He dicho muchas insensateces. No me las tomes a mal: son borbotones que saltan desde mi corazón, desordenados como todos los borbotones, producto del afecto gigante que te profeso.
Espero me mantengas informado de la evolución de tus padecimientos y que te sientas apoyado por mi cariño y por mi perseverante oración. A partir de hoy y más que nunca, tu nombre estará siempre en mis labios en la Eucaristía, con la asiduidad con la que pronuncio otros nombres, pero con una estimación infinitamente superior. Vos sos un guerrero, y la vida te presenta la oportunidad de dar una gloriosa batalla. Siénteme, por favor, siempre a tu lado.
Va un abrazo de esos que ‘desfacen entuertos’ y atraviesan con su afecto hasta las junturas y las médulas.
Para H.C.C. por su difamación de sobremesa
“Este quinquenio fue de locuaz y delirante polaridad: por un lado el silencio cómplice e impune y por el otro la francachela ruidosa y frívola”. Con esta frase se delinea, ya desde la misma introducción, lo que encontrará uno a lo largo de las 78 páginas del informe sobre la situación de los derechos humanos en el quinquenio saliente que, el lunes 5 de noviembre pasado, en el Foro Cultural Amaro, presentó el equipo de derechos humanos Indignación A.C.
El título del informe habla por sí mismo: Después de la fiesta… la resaca. Los derechos humanos en el Ivonato. Muchos comentarios críticos habían aparecido sobre el desempeño de la titular del Poder Ejecutivo estatal, pero casi todos referidos al caos político originado en la inexperiencia y/o negligencia de sus noveles funcionarios, o al dispendio obsceno manifestado en viajes y fiestas, o al compadrazgo con Televisa y TV Azteca que le costó millones de pesos al erario. No había habido, sin embargo, un análisis pormenorizado de lo que el paso de Ivonne Ortega Pacheco ha significado en materia de violaciones a los derechos humanos. A partir de una rigurosa documentación emanada de los casos que Indignación A.C. pudo acompañar a lo largo del periodo 2007-2012, este informe, que puede consultarse en la página electrónica del equipo (www.indignacion.org.mx), ha venido a saldar esta laguna.
El informe cuenta con seis capítulos antecedidos de una introducción y a los que sigue un capítulo con conclusiones finales. El primer capítulo aborda la temática del pueblo maya y su negado derecho a la autonomía (“ser maya y aguantar que otros te hagan las leyes”), su derecho a elegir autoridades en municipios y comisarías (con énfasis en el ejemplar caso de Kimbilá, comisaría de Izamal) y, finalmente, los conflictos entre hacienda y ejido que dejan patente, en el territorio de los pueblos indígenas, la persistencia en nuestro tiempo de las secuelas del peonaje/esclavitud de la época de las haciendas
El segundo capítulo se centra en una realidad lacerante: la administración de justicia. El informe registra un resumen del internacionalmente conocido caso de don Ricardo Ucán y de la manera como el gobierno estatal intentó, vanamente, justificar sus criminales negligencias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington. En este mismo apartado el informe hace también un recuento pormenorizado, que subtitula “Morir tras las rejas”, de los hechos de tortura y muertes en prisión que tuvieron lugar en el quinquenio que termina.
El tercer capítulo aborda la problemática de género. Aunque la presencia de una mujer al frente del Poder Ejecutivo hizo que algunos esperaran acciones definitivas contra la violencia de género, el informe demuestra con datos que tal cosa no ocurrió. También aquí, las conclusiones de Indignación A.C. están sustentadas en el seguimiento de un caso que ha trascendido al ámbito nacional e internacional, el caso M.A.R., todavía en curso. Las complicidades entre los poderes, la mentalidad discriminatoria, la incapacidad de la Procuraduría estatal de garantizar el derecho a la justicia, quedan al desnudo en este capítulo que, además, aborda el problema de los feminicidios que “según la gobernadora, nunca existieron”, para terminar con un análisis sobre la doble vulnerabilidad de las mujeres mayas.
El cuarto capítulo enfrenta el tema de la violencia del Estado. La represión del 4 de julio queda debidamente caracterizada y se abordan también las otras violencias, que no son menos graves por haber recibido menos publicidad en los medios. La presentación del informe, por cierto, contó con la presencia y testimonio de uno de los agredidos cuyo caso viene reportado en el informe.
El quinto capítulo asume la temática de la diversidad sexual. El panorama abarca, desde el negado derecho a la igualdad, manifestado en la gresca local –con discriminatorias modificaciones constitucionales incluidas– acerca del matrimonio universal, hasta los casos de homofobia públicamente ejercitada desde instancias religiosas. Una deuda del Ivonato con el carácter laico del Estado.
Finalmente, el informe habla en su último capítulo de una de las rémoras actualizadas del priísmo más tradicional: la concentración del poder. Este capítulo demuestra la sujeción de la mayoría de los diputados y diputadas a la voluntad de la Jefa del Ejecutivo y la manera como ello provoca un desequilibrio que redunda en un estado de indefensión ciudadana. Fiel a su vocación, Indignación A.C. hace un detallado desmenuzamiento de la colusión entre Ejecutivo y Legislativo en la relección del titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (CODHEY), durante cuyo mandato esta institución “autónoma” ha exhibido una obscena obsequiosidad al Ejecutivo en turno.
Aunque, por su misma naturaleza, las Conclusiones que cierran el informe carecen de la mordiente descriptiva que tiene la exposición de los casos en los capítulos anteriores, son muy útiles para que nos hagamos una idea general del estado que guardan los derechos humanos en Yucatán al terminarse el sexenio de Ivonne Ortega Pacheco. Por ello, las transcribimos aquí como una invitación a los pacientes lectores y lectoras de esta columna, a ojear y hojear este imprescindible informe.
Conclusiones
1.- La justicia, entendida como la obligación que tiene el estado de eliminar las inequidades existentes en la sociedad, generando condiciones materiales de igualdad, restitución y reparación, fue la gran ausente de la administración de Ivonne Ortega. A pesar de la publicitada puesta en marcha en el estado de la reforma en materia de justicia, en los hechos, mujeres, indígenas, niños, adolescentes y personas homosexuales continuaron siendo las principales víctimas de un sistema que perpetúa la exclusión y niega la posibilidad de generar condiciones de igualdad en los derechos para todas y todos.
2.- Especialmente grave es el alto índice de casos de abuso policiaco, tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes e incluso ejecuciones extrajudiciales, cometidas por la policía preventiva y judicial del estado. Hasta la fecha no se tiene conocimiento de que alguno de estos casos haya sido investigado y sancionado. Preocupa que el Secretario de Seguridad Pública haya sido confirmado para el presente sexenio sin haberse realizado una evaluación, desde la perspectiva de los derechos humanos, de su labor durante la administración Ivonne Ortega.
3.- De este contexto de impunidad ha sido cómplice la Comisión de Derechos Humanos del estado de Yucatán. Su falta de posicionamiento ante graves violaciones de derechos humanos, sus recomendaciones inocuas y tardías y la ausencia de publicidad de las mismas reflejan que el papel del Ombudsman actual en la administración de Ivonne Ortega fue el de cómplice. Yucatán sigue sin contar con un verdadero defensor del pueblo.
4.- La reforma en materia de justicia penal ha modificado el papel, pero no las prácticas. Con el mismo personal, sin la implementación y establecimiento de un verdadero sistema científico de investigación, existe el riesgo de que la reforma cubra las formas, pero no el fondo. De extrema gravedad es la falta de laboratorios de ADN para la investigación de delitos, fundamentalmente de aquellos que afectan la integridad psico-sexual de las mujeres.
5.- La administración de Ivonne Ortega privilegió los intereses de los grupos hegemónicos por encima de las necesidades de la mayoría de la población. Su silencio ante la intromisión de la iglesia en asuntos de la vida pública, así como su abierta y discriminatoria campaña para oponerse al matrimonio universal, o su mutis ante actos de párrocos que desde el púlpito discriminaban por orientación sexual, son una muestra de que el estado laico fue violentado en la administración que termina.
6.- El gobierno del estado ha sido cómplice, por omisión, del sistemático despojo de tierras que padece el pueblo maya. A lo largo del estado existe una ausencia de certidumbre jurídica sobre las propiedades de hombres y mujeres mayas descendientes de quienes fueron trabajadores de las antiguas haciendas henequeneras. Su tardía respuesta en casos como los de Cucá, demuestra que la administración saliente prioriza intereses de los antiguos dueños y empresarios hoteleros, por encima del derecho del pueblo maya a contar con tierra y territorio.
7.- En materia de derechos económicos, sociales y culturales no hubo avance alguno, como obliga el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Los pobres son los mismos de siempre, y la política de dispendio ejercida durante el Ivonato, significó que la administración dejara de ejercer presupuesto social, ahondando en las condiciones de depauperización de diversos sectores de la sociedad.
8.- Yucatán se consolidó como uno de los primeros estados en violencia contra las mujeres. El alto índice de mujeres víctimas de violencia durante la administración que culmina es muestra palpable de que la perspectiva de género se quedó en el discurso, sin impacto alguno en la prevención de la violencia y en la generación de condiciones adecuadas de acceso a la justicia para mujeres que la sufren.
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